Enrique Hernández.
Boletín Unidad y Acción.

¿Qué es el neoliberalismo en la voz de López Obrador?.
Es la entrega del país al capital extranjero para su enriquecimiento sin el control del Estado ni la protección a los pobres de México de esta acción incontrolable de dominio.
Ahora bien, quisiera definir la acción del capitalismo sobre México como la combinación de la entrega de nuestro territorio al imperialismo pero con un gobierno mexicano que les garantiza disciplina social, aceptación y sometimiento a cambio de empleos y salarios de mínimo costo.
 Porque si el capitalismo imperialista de EUA y de todas las naciones que invierten en México para fabricación de productos que en lo inmediato llevan a vender a otros países en medio de la guerra comercial mundial que presenciamos, es porque en nuestro país al que irónicamente llamamos “el patio trasero EUA” las inversiones extranjeras se encuentran con mano de obra capaz pero con ínfimos salarios, materias primas para cualquier proceso industrial a precios de remate miserable, terrenos rurales y urbanos prácticamente regalados y que son puestos a disposición de mineras y fabricas extranjeras a cambio del despojo de terrenos rurales y urbanos a comunidades indígenas y campesinas.
La propaganda sobre la lucha del gobierno contra la corrupción esconde una disposición gubernamental sin tantos ladrones que le arrebaten alos extranjeros dinero y ganancias que provienen del despojo directo a los trabajadores y que se van a las bolsas de la burocracia incondicional enormemente corrupta.
¡Que se bajan los salarios los ejecutivos del Estado dice AMLO!, si pero ya quisiéramos los técnicos y profesionales ganar la décima parte de lo que ganan desde el Presidente hacia “abajo” y ahora con el desprecio a los ingenieros y arquitectos para que cualquier empresa o negocio se mejore en sus instalaciones con los conocimientos y la mano de obra de los encargados y de los mismo empleados. Para mejorar la construcción y las instalaciones eléctricas, ¡para que queremos a profesionistas si se puede con mañas y recetas de los que administran el negocio hacerlo solos! La diferencia entre el neoliberalismo que ataca AMLO y el que él les ofrece a los imperialistas está en la intervención del Estado para garantizar orden en la disponibilidad absoluta del país. Se le podría llamar no un simple neoliberalismo sino “Nacionalismo Neoliberal” donde cada pieza juega su papel en la desaparición de nuestra historia.
¿En qué consisten los créditos “a la palabra” por cantidades miserables? ¿Que son $25,000 pesos para las necesidades de cualquier mini pyme?. Se trata más bien de una clara dadiva clientelar que por cierto provocó el enojo furibundo de AMLO ante una multitud que le gritaba por no recibir ni siquiera esas dadivas. Les dijo “¡No griten!, ¡a una autoridad no se le grita!”, pero mas bien quería decirles que se sometieran ante la presencia de la soberbia y la total falta de humildad de un presidente que se refocila todas las mañanas, como en ninguna parte del mundo, hablando con su “pose de despacio” a los que del otro lado de la pantalla de TV no pueden gritarle a sus oídos. La personalidad de AMLO es la soberbia “mañanera” Ningún aspecto propicia AMLO que se acerque en lo más mínimo a la creación “desde abajo” del poder popular, bajo la autoridad de sus propias asambleas. Solo se trata de sumisión limosnera que asegure a sus amos imperialistas un patio trasero limpio y ordenado.
Nos acercamos a una crisis económica y política por desempleo y quiebra universal de los grandes monopolios por la disminución progresiva de la taza de ganancia del capital que es la definición exacta del porque el proceso de colapso del capitalismo es irreversible, y por si faltara una razón, con la pandemia actual se ha impedido casi cualquier actividad comercial de las mas pequeñas empresas hasta las de mayor tamaño. Así estamos.

Entrevista al ecologista Antonio Brailovsky. Por Mario Hernandez / Rebelión.
Sobre la cotización del agua en Wall Street y otros temas ecológicos nacionales e internacionales. M.H.: El agua ahora cotiza en Wall Street.


A.B.: Esto ha sido sobreactuado en los medios como una manera de ver si alguien más se engancha con todo este modelo neoliberal. Porque en última instancia lo que está cotizando es el precio del agua para riego en California. Que es completamente distinto que el petróleo que cotiza en todo el mundo. Aquí es el riego en California y nada más. De modo que la pregunta no es por qué cotiza el agua, sino para qué han hecho todo este ruido.


Yo creo que es para convencernos de que las cosas funcionan mejor cuando se mete el mercado. Y ya sabemos que generalmente funcionan peor, cuando el mercado se hace cargo de asignar los recursos. Yo creo que tenemos que plantear que el agua para consumo humano es un derecho humano y que primero hay que asegurar el agua para los usos humanos inmediatos y el resto pasa a ser un recurso natural y hay que discutir cómo asignar el agua que queda. No toda el agua, sino la que no se usa para los seres humanos.


En ese punto hay dos ideas, unos piensan que el mercado es un buen asignador de recursos, yo creo que un recurso escaso no se puede dejar en manos de los especuladores, sino que es mejor que el Estado asigne prioridades.


Pero esto ha sido más que darle un valor de mercado al agua, ha sido un ensayo publicitario para que la gente empiece a acostumbrarse a la idea de que van a seguir intentándolo. Mucho más peligroso es lo que ha ocurrido en Chile con Pinochet y todavía no se ha corregido, que han privatizado los ríos. Los ríos corresponden a cierta empresa que hace plata como quiere con esos ríos. Eso es mucho más escandaloso por supuesto. M.H.: La idea que tenía era que de pronto la cotización del agua californiana podía ser un paso hacia esto que usted comenta respecto de Chile en torno a la privatización del agua.


A.B.: Por supuesto, es un intento, a ver quién se prende, a ver qué dicen los medios, si es una buena idea o sí es horrible. Yo pienso que es horrible. Pero ha habido mucha movilización pública en rechazo. Así que supongo que se quedarán con el agua de California y no mucho más.


fragmento de La entreevista «La cotización del agua de California en Wall Street ha sido un ensayo publicitario».

 

William I. Robinson

 

25 de octubre de 2020

Pocos estarían en desacuerdo a la luz de los acontecimientos recientes de que el régimen de Trump, sus partidarios de la supremacía blanca más acérrimos de extrema derecha y elementos del Partido Republicano están compitiendo por un golpe de Estado fascista. Si este golpe de Estado sigue siendo insurgente o si es rechazado dependerá de cómo se desarrollen los acontecimientos en las elecciones del 3 de noviembre y sus secuelas, y de la capacidad de las fuerzas progresistas y de izquierda para movilizarse para defender la democracia e impulsar una agenda de justicia social como contrapeso. al proyecto fascista.

 

Neptalí Monterroso Salvatierra

 

Las formas como se ejerció la dominación desde la época colonial hasta nuestros días corresponden a los modelos político-económicos aplicados por los gobernantes, los que, en resumen son cuatro: el monárquico-feudal, el liberal-capitalista, el keynesiano o del estado de bienestar y el neoliberal-capitalista. Fueron 300 años de dominio monárquico-feudal y llevamos poco más de 200 de dominio capitalista en los que se han aplicado las estrategias de dominación económica mencionadas.

 

Javier Hernández Alpízar

 

Debería ser obvio que todos los seres humanos tenemos, como dice la canción de Víctor Jara: ―el derecho de vivir en paz.

Sin embargo, en el planeta muchas comunidades y pueblos, especialmente indígenas, viven sometidos a una guerra de conquista y de saqueo de sus recursos naturales.

En Chiapas y en todo México, los pueblos y comunidades indígenas son agredidos por esa guerra. En este momento, esa guerra cerca a comunidades indígenas en Chiapas: a los desplazados de Aldama, a una comunidad del Congreso Nacional Indígena (CNI) en Tila, y también a otras comunidades en Oxchuc y en Cuxuljá, en Ocosingo, donde civiles armados (paramilitares) de la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (Orcao) robaron café en grano y quemaron bodegas de indígenas bases de apoyo zapatistas.

La autonomía zapatista --y toda autonomía indígena-- es lo que atacan esos agresores en Chiapas y en otros territorios indígenas en México.

En Guerrero, sicarios del narco atacan al Concejo Indígena y Popular de Guerrero Emiliano Zapata CIPOG EZ, en el Zócalo, al llegar a la Ciudad de México la Caravana Nacional por una Vida Digna para los Pueblos Indígenas.

¿Pero qué es la autonomía y por qué la cercan militarmente y la atacan estos civiles armados llamados paramilitares?

Primero trataremos de explicar lo que son las autonomías comunitarias atacadas.

Autonomía es --define el antropólogo Gilberto López y Rivas-- ―regirse mediante normativas y poderes propios, opuestos en consecuencia a toda dependencia o subordinación heterónoma‖. Una comunidad autónoma se da a sí misma normas y gobierno. Por el contrario, la heteronomía le da a una comunidad reglas y gobierno desde el exterior, desde un poder estatal y/o corporativo.

Algunos elementos que caracterizan esta autonomía son: ―la lucha de los pueblos indígenas de América por la preservación de sus territorios, recursos naturales, saberes, identidades y formas de justicia y organización social por medio de autogobiernos que se fundamentan en la democracia directa y participativa.

Al hacer la guerra a los pueblos y comunidades indígenas zapatistas y del CNI, lo que los agresores quieren es acabar con la capacidad de los pueblos indígenas de preservar sus territorios, recursos naturales y saberes.

Es una guerra de despojo y saqueo: quieren arrebatarles su territorio y ponerlo al servicio de las grandes empresas transnacionales que se verían beneficiadas con los proyectos colonizadores de ese territorio.

Solamente del llamado tren maya, algunas empresas beneficiarias son BlackRock, Mota- Engil, China Communications Construction Company Ltd, Grupo Carso, Azvi, Gami y, en Chiapas, la Secretaría de la defensa Nacional –Sedena--. Varias de estas empresas están demandadas por corrupción en otros países.

Por ese carácter colonialista, Carlos Fazio ha dicho que estos megaproyectos – tren maya, corredor del Istmo, Integral Morelos, Dos Bocas, aeropuerto en Santa Lucía—responden a los intereses geoestratégicos de los Estados Unidos.

Chiapas es el estado más militarizado del país. Las otras regiones altamente militarizadas son indígenas y destinadas a megaproyectos: Oaxaca, Guerrero y Península de Yucatán.

La militarización, la paramilitarización y la guerra son los instrumentos para contener, reprimir y disuadir la resistencia contra esos proyectos colonizadores, destruyendo las autonomías y entregando a empresas transnacionales los recursos naturales, el territorio y la mano de obra indígena y migrante.

Las comunidades autónomas son las que pueden dar esperanza de sobrevivencia a los seres humanos ante el agotamiento de energías fósiles, recursos naturales, minerales, agua y tierras cultivables, ante el llamado cambio climático o calentamiento global y ante la sexta extinción masiva de especies animales y vegetales, con riesgo de extinción de la especie humana.

Así lo dice Dmitry Orlov, citado en el libro de Carlos Taibo, Colapso: ―Los grupos que muestran suficiente cohesión social, que cuentan con un acceso directo a recursos naturales y con suficiente riqueza cultural (en la forma de relaciones cara a cara y de tradiciones orales) sobrevivirán, al tiempo que los demás perecerán rápidamente‖.

Al atacar a las autonomías indígenas zapatistas, están agrediendo a un proyecto de futuro.

La guerra militar y paramilitar contra las autonomías indígenas es una punta de lanza más de la guerra de los grandes poderes mundiales contra la Madre Tierra y contra los pueblos del mundo.

En lugar de seguir destruyendo el entorno natural y agrediendo a las comunidades autónomas en resistencia, como hace más de 500 años, lo que hoy tenemos que hacer es defender la autonomía de las comunidades indígenas, parar el desarrollismo extractivista etnocida y construir autonomía en cada rincón del país donde nos sea posible.

Enrique González Rojo (Fragmento)

 

A Paco Ignacio Taibo II

Te quiero capaz de vislumbrar los pies de barro del sistema y su compleja

arquitectura de mentiras, de salir a la intemperie, ferocidad al hombro,

a desfacer entuertos y enmendarle

la plana a los rosales

que, pobrecitos, no saben redondear

sino sólo criaturas monocordes.

Ven acá: te quiero capaz de hacer que haya gatillos en tus frases,

gatillos que, orientados por la mira

del sapiente coraje,

sorprendan a pupilas y entusiasmen a tímpanos

con la deificación del ruido (en el estruendo)

que extraerá de las ruinas otro mundo

con las manchas de sangre

de lo recién nacido.

Escúchame cabrona: que si hablas de Zapata,

del Che Guevara, de Salvador Allende

o de tantos, tantísimos otros,

que levantaron en armas a sus muinas,

lo sepas hacer con las frases apropiadas,

justas, militantes, que seduzcan la atención

y le pongan hormigas al descuido,

con palabras inventadas desde hace siglos

sólo para cumplir su cometido actual

de develar artilugios y realizar una histórica masacre

de máscaras, disfraces, fingimientos

con que forma el poder sus escondrijos.

 

Sergio Prieto Díaz*

Transformar el territorio

a través de las (in) movilidades

La frontera tradicional como espacio administrativo de soberanía y delimitación entre Estados-Nación se vuelve difusa en el contexto contemporáneo. Las negociaciones geopolíticas y las generosas facilidades a los megaproyectos del capitalismo global producen redefiniciones acordes con sus necesidades y objetivos, y tienen importancia crítica sobre los movimientos poblacionales, pues la condición de posibilidad de estos megaproyectos radica en que desplacen a quienes viven y resisten ahí, y atraigan e instrumentalicen a quienes fueron desplazados.