(Del libro en edición “Guerra contra el pueblo: Desaparecidos Políticos durante la primera oleada revolucionaria armada socialista en México (1965-1988), por Alberto Guillermo López Limón, Ed. Zenzontle-Casa de los Pueblos, 2020)

 

Con la detención de cerca de 20 militantes del MAR en marzo de 1971, entre ellos importantes cuadros de dirección que se habían preparado militarmente en Corea del Norte, Amafer acude a la cárcel de Lecumberri para recibir línea política, instrucciones y contactos de los presos. Se dedica a buscar enlaces con los compañeros guerrilleros venidos de su preparación de Corea del Norte y que permanecían activos. Restablecidos los contactos, Amafer se dedica a reclutar una célula de cuatro combatientes guerrilleros y la manda a recibir preparación político-militar y de trabajo clandestino en forma conjunta con la Brigada Campesina de Ajusticiamiento del Partido de los Pobres al puerto de Acapulco, trasladándose posteriormente a la sierra de Guerrero donde conoce al profesor Lucio Cabañas.

 

Por esas fechas, su hermano mayor Alexander, es detenido después de enfrentarse a balazos con los elementos de la Dirección Federal de Seguridad en una casa de seguridad del Frente Estudiantil Revolucionario, en Puerto Vallarta, Jalisco. El FER ya sostiene pláticas para integrarse y coordinar trabajos con el MAR, recién reintegrado por Estanislao Hernández García, miembro del segundo grupo de universitarios que recibieron preparación político-militar en Corea del Norte, quien al momento de su detención en 1974 forma parte de la Liga Comunista 23 de Septiembre.

Alexander es conducido a los sótanos de la Presidencia Municipal de Guadalajara donde es sometido a brutales tormentos. En julio de 1974 es nuevamente detenido, golpeado y torturado sin misericordia. Lo dejaban en libertad y posteriormente lo detienen para “interrogarlo” otra vez, hasta que los golpes le causaron una discapacidad mental.

 

A fines de 1971 se reúne en la Ciudad de México con el profesor Genaro Vázquez Rojas, decidiendo ambos intercalar los trabajos revolucionarios de la ACNR con el MAR, sus bases sociales con la lucha democrática y en lo clandestino priorizar las actividades político-militares de la ACNR, respondiendo la violencia reaccionaria del Estado con la violencia revolucionaria de la región de Huetamo-Aratichanguio, atacando esa región bajo las siglas de la ACNR para distraer las fuerzas policiaco-militares dividiéndolas.

 

En febrero de 1972, el Comandante Genaro Vázquez imparte instrucciones a la dirección de la ACNR para acudir a la Ciudad de Morelia antes de regresar a la seguridad de la sierra de Guerrero con el fin de contactar e inspeccionar al nuevo grupo revolucionario creado de la junta celebrada en la Ciudad de México. Los objetivos no se consolidan, porque la dirección muy fatigada con el espíritu de lucha en alto al dirigirse a su objetivo, sufre un accidente automovilístico casi llegando a la Ciudad de Morelia en la madrugada del 2 de febrero de 1972. Herido, inconsciente, pero vivo, Genaro es llevado al Hospital Civil de Morelia “Dr. Miguel Silva”; es reconocido por los elementos de la Policía Judicial Federal Militar y ejecutado extrajudicialmente. Los hechos suceden tan rápido que los cuadros locales del MAR no tienen tiempo para rescatar o mantener con vida al dirigente cívico. Su cuerpo se traslada al Campo Militar No. 1. Ante la posibilidad de haberse descubierto su pertenecía al movimiento revolucionario armado, Amafer deja de asistir a las citas programadas con la ACNR y continúa combatiendo en la lucha democrático-legal de Michoacán. 

 

Noviembre y parte de 1972 Amafer le dedica tiempo al adiestramiento político-militar. Participa en una expropiación económica. La mayor parte del dinero se envía a la sierra de Guerrero, al comandante Lucio Cabañas Barrientos. Se analiza la posibilidad de una Coordinación Nacional del Movimiento Armado. Se realiza una escuela de cuadros en la idea de preparar células de apoyo político-militar urbano al Partido de los Pobres. Sin embargo, para Amafer, la militancia en la lucha popular democrática acaparaba en ese momento casi todos sus esfuerzos y trabajos políticos. Deja la escuela y dedica todo su tiempo al trabajo democrático de gestión popular.

 

A mediados de 1973, Amafer se retira del terreno legal para incorporarse a la lucha clandestina armada. Apoyan la toma de tierras, entre ellas en la colonia Emiliano Zapata de Pátzcuaro, que beneficia a más de 200 familias.

 

[Fuentes: CNDH, Informe Especial Sobre las Quejas en Materia de Desapariciones Forzadas Ocurridas en la Década de los 70 y principios de los 80, EXP. CNDH/PDS/92/MICH/ C00011.000, Caso del Señor Chávez Rosas Rafael, EXP. CNDH/PDS/92/MICH/C00010.000, Caso de El Señor Guzmán Cruz Amafer; Lista del Comité Nacional Pro Defensa de Presos,

Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados por Motivos Políticos de México; Abdallán Guzmán Cruz y Julio Pimentel Ramírez, Los Mártires de la Democracia, México, 2011]