Trabajador en el Instituto Mexicano del Café. Sin militancia política. Detenido desaparecido el 18 de agosto de 1974 en la comunidad de Tres pasos, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero, por elementos del Ejército Mexicano. Tiene cuatro niños pequeños y su esposa estaba embarazada de un quinto niño
“Felipe Uriostegui Salgado y hermana de Juan Gervasio Hipólito y Antonio de los mismos apellidos, desaparecidos, el 18 de agosto de 1974, y a mis hermanos los desaparecieron el 25 de Diciembre de 1974, todos ellos originarios de la Comunidad de los Tres Pasos Municipio de Atoyac de Álvarez Guerrero. Mi esposo se dedicaba a trabajar en el instituto Mexicano del Café y cobraba el sábado de cada semana el domingo 18 de agosto de 1974 salió a comprar víveres al Paraíso a comprar maíz, los militares en ese tiempo no permitían el paso de alimentos de Atoyac hacia la Sierra y al regreso del Paraíso fue detenido en la Comunidad de los Tres Pasos, al bajarse de la camioneta y llevado por los Militares a la escuela de la comunidad. Vecinos que vieron la detención me avisaron que a mi esposo lo tenían detenido en la escuela de la localidad me dirigí a la escuela y le pregunte a los militares si tenían a mi esposo, el militar me preguntó el nombre le dije que se llamaba Felipe Uriostegui Salgado, entró a verlo y al regresar me dijo que ahí estaba, que regresara a mi casa que él luego iba a ir, yo no me regresé, me quedé ahí esperando, más tarde lo llevaron a la casa, con una guardia de militares a fuera de mi casa, como le dábamos de comer a los militares, temprano me ayudó a carrear el agua de un arroyo, se puso a “despicar” el frijol para ponerlo, y cuando el salió a botar la basura los militares lo detuvieron y lo llevaron a la cancha, ahí lo tuvieron sentado un buen rato, luego llego un helicóptero al río y yo me fui al río a ver si lo echaban ahí pero no, a las tres de la tarde me dijo una niña que lo tenían en una casa sola que está a la salida para ir al Cacao y me fui a verlo para llevarle de comer, pero no me permitieron verlo y me regresaron a la escuela a pedir permiso a los militares que ahí estaban para que me permitieran ir a dejarle de comer, pero no quisieron me quitaron la comida los militares de la escuela y ellos se la llevaron.
Como a las seis de la tarde llegó un carro de trasporte militar porque tenía una cubierta de lona verde y ahí se lo llevaron de salida pasó por la casa de mi tío Manuel Hipólito a dejar los trastes de la comida y me dejó un recado con mi tío, y decía dígale a Eulalia que se recoja con su mamá porque a mí ya me llevan, no iba vestido de civil, lo llevaban vestido de militar. Desde entonces no lo volví a ver. Al tercer día baje al cuartel de Atoyac, para buscar información de su paradero sin lograrlo, de la misma forma fui Acapulco, Chilpancingo y a México llevé oficios solicitando su presentación pero no pude lograr ninguna información. Para mí era muy difícil movilizarme porque tenía cuatro niños pequeños y estaba embarazada de un quinto niño y por la falta de dinero para costear la búsqueda de mi esposo.
Los militares acusaron a mi esposo de ser bastimentero de Lucio Cabañas, pero eso no era cierto.”

[Comisión de la Verdad del Estado de Guerrero T-154]