Jorge Fonseca* Ago 25 2020

 

Que las muertes no estropeen los beneficios de los superricos

Sería aventurado extrapolar ese 0,8% a nivel planetario (equivaldría a 64 millones de fallecidos en un año), pero de los datos se puede deducir que sin cuarentena hubiésemos tenido muchos millones de muertos por covid19 en el mundo. Una situación que ya anticipaba el informe de la OMS de septiembre de 2019, A World At Risk, que hablaba de 50 a 80 millones de muertos por una posible pandemia:

 

Raúl Contreras

 

El Informe “Para sanar la pandemia de la Impunidad” de Amnistía Internacional denuncia que por lo menos perpetraron 35 asesinatos y 883 heridos durante el Golpe de Estado que siguió a las elecciones presidenciales del 20 de octubre de 2019 en Bolivia.

«Meter bala sería lo correcto» para acabar con las movilizaciones, dijo Arturo Murillo Ministro de Gobierno de Bolivia, el 10 de agosto, al referirse a las protestas que han sacudido el país por estos días.El Gobierno de Evo representaba unos intereses contrarios a los de Estados Unidos, las multinacionales y las clases oligárquicas de Bolivia; por eso lo derrocaron en noviembre pasado, mediante un Golpe en el que las Fuerzas Militares subordinadas a Estados Unidos, actuaron a favor de los grandes potentados y contra el pueblo.

 

La garra imperial de EEUU

 

El Congresista Richard Black del Partido Republicano de EEUU, en diciembre de 2019 reconoció que Trump promovió el Golpe para apoderarse de las reservas de litio de Bolivia: “hubo preocupación de nuestra parte de que los chinos podrían comenzar a ejercer influencia dentro de Bolivia. Y que podría haber hecho más difícil que Estados Unidos obtenga litio para las baterías que estamos usando en automóviles”.

El pasado 24 de julio, Elon Musk el dueño de la multinacional Telsa -la mayor fabricante de autos eléctricos del mundo-, se jactó de haber promovido el Golpe contra Evo para adueñarse del litio indispensable para las baterías para estos carros. En Twitter escribió “nosotros vamos a realizar golpes donde querramos”.

Se repiten los golpes de EEUU, como el de Chile en 1973 contra Salvador Allende, en Honduras contra Manuel Zelaya en 2009, en Guatemala contra Jacobo Arbenz en 1954, en Brasil contra Joao Goulart en 1964, entre otros. Las clases dominantes y EEUU, violentan los marcos democráticos y utilizan las Fuerza Armadas lacayas para derrocar Gobiernos con posiciones anti imperialistas y progresistas.

 

El Paro General de agosto

 

La Central Obrera Boliviana (COB) y el Pacto de Unidad que agrupa a la mayoría de las organizaciones sociales, campesinas e indígenas, iniciaron el 3 de agosto un Paro General que incluyó la parálisis de las carreteras, tomadas por miles de manifestantes en el país con 150 puntos de bloqueos, exicluyendo a las ambulancias, los enfermos, el oxígeno y todo lo relacionado con la atención a la pandemia del Covid-19.

Las protestas y las movilizaciones se desataron por la pésima gestión del Gobierno golpista y por el cuarto aplazamiento de las elecciones presidenciales, con lo que prolongan el Gobierno de facto. Los pronósticos de las encuestas electorales dan como seguro ganador al candidato del Movimiento al Socialismo (MAS) Luis Arce, a pesar de la aguda represión desatada frente a las distintas fuerzas populares. Esa es la razón principal para los sucesivos aplazamientos con el pretexto de la pandemia, frente a la cual el Gobierno de facto ha respondido de manera desastrosa, con el colapso del sistema de salud, la desatención hospitalaria y las imágenes de cuerpos tirados en las calles.

 

Vendrán nuevas batallas

 

La movilización se radicalizó en sus demandas. Además de exigir un Decreto Ley y una fecha fija para las elecciones, también reclamaron la renuncia de la Presidenta de facto; han conseguido la promesa de lo inmodificable de la nueva fecha para las elecciones, el 18 de octubre.

Hah logrado demostración de fuerza y la presencia de las principales organizaciones sociales y fuerzas del campo popular. Vendrán nuevas batallas, nada está resuelto. En Bolivia, como en Venezuela, se da un pulso de trascendencia continental que incidirá en el futuro inmediato de la región.

 

Iñaki Gil de San Vicente - La Haine

El colectivo independentista L’Accentha abierto una breve reflexión internacionalista sobre un « análisis (o crítica) del papel de las izquierdas alternativas (parlamentarias o no) durante el estado de alarma y la crisis en general».

1. Debemos impedir que el Covid-19 anule la memoria revolucionaria anterior al Estado de alarma, abriendo un abismo derrotista. La prensa tergiversa y silencia el ascenso de las luchas antes del 15 de marzo. Para superar este vacío aún podemos revisar lo publicado en el universo digital. En la «red roja» anterior a la alarma aparecen multitud de llamamientos a luchas, concentraciones, debates, etc., contra el capital. Antes del Estado de alarma se publicaron textos sobre el Covid-19, sobre las luchas obreras contra los cierres de empresas, sobre el autoritarismo al alza, sobre su impacto en las prisiones, etc.

2. Las raíces del Estado en cuanto forma política del capital mostraban inquietantes signos de cuarteamiento: desde una corrupción espeluznante hasta una débil base económica desindustrializada, pasando por el empobrecimiento social imparable, sin olvidar la emergencia furibunda de múltiples resistencias aparentemente inconexas pero que nos remiten a la unidad y lucha de contrarios entre el capital y el trabajo. La densa y creativa «red roja», cada vez más vigilada y golpeada, registraba este ascenso y lo impulsaba.

3. Pero impusieron el Estado de alarma y en los primeros días flaqueó y dudó el grueso de la izquierda porque se enfrentaba a una situación cualitativamente nueva, sospechada por muy contados grupitos. Otras fuerzas salieron inmediatamente en defensa del «sentido común», apoyando al Gobierno y aceptando la realización de elecciones autonómicas impuestas por sendas burguesías conservadoras, cuando debían activar una masiva campaña de boicot en defensa de la salud pública, negándose a obedecer al capital y defendiendo la vida. En este contexto, la pregunta es: ¿un voto vale una vida?

4. Sin embargo, relativamente pronto, viendo la situación caótica y la aplastante pedagogía del miedo aplicada por el poder, colectivos y personas de izquierda reiniciaron sus militancias y de nuevo, la reflexión crítica planteaba que no había que acudir al trabajo, y que de hacerlo por la presión del hambre había que crear control obrero, soviets vecinales, nacionalización obrera de la sanidad, de la banca, etc., todo ello bajo el impulso de redes de ayuda mutua, de apoyo solidario, de recuperación de empresas puestas a funcionar para las necesidades populares, de cooperativas de producción y distribución directa…

5. La «red roja», «saregorria», empezó a bullir en propuestas y noticias, en medio de una creciente represión amparada por el «gobierno progresista» que no ha suprimido ninguna de las salvajadas del anterior gobierno del PP. Las protestas en los barrios populares eran aplastadas con multas y golpes, mientras que el fascismo se pasea por las calles. La prensa hacía esfuerzos s por ocultar la realidad del malestar social creciente, de los pitidos en aumento a la podrida monarquía, de los rechazos frontales al fascismo, de las movilizaciones obreras y del sindicalismo sociopolítico contra la ferocidad patronal…

6. No solo debemos restablecer la continuidad de las nuevas luchas con las de antes del Covid-19, sino que sobre todo debemos impulsar decididamente las tendencias revolucionarias (re)surgidas en estos meses que, definitivamente, han abierto un nuevo futuro cargado de nubarrones.

EUSKAL HERRIA 8 de julio de 2020

Por Noam Chomsky/ Contrainformación

«El país, básicamente, durante mucho tiempo, ha sido prácticamente un estado de partido único: el partido empresarial», señaló el intelectual.

Millones de personas en EE.UU. están perdiendo el empleo y enfrentan posibles desalojos debido a la crisis económica provocada por la pandemia. Por su parte, la riqueza del 1% de la población del país ha aumentado enormemente. Entre los beneficiados está Jeff Bezos, fundador de Amazon y la persona más rica del mundo, que acaba de incrementar su patrimonio en un monto estimado de trece mil millones de dólares netos en un solo día. Noam Chomsky habló de esta y otras cuestiones con Amy Goodman, para Democracy now! y afirmó que la ganancia inesperada de las empresas es una prueba más de que Estados Unidos está dirigido “esencialmente por el sector empresarial” para sus propios beneficios. “Simplemente, se están descontrolando”.
Chomsky detalla que «EE.UU. un país dirigido esencialmente por el sector corporativo, que tiene una influencia abrumadora en el gobierno y que está representado por el hombre más rico del mundo: Jeff Bezos, que ganó $ 13 mil millones en un solo día».
«Se están volviendo locos, usando a Trump y a la administración o usando la cobertura de la pandemia para enriquecer a los muy ricos y al sector corporativo que, por supuesto, se lo están comiendo. Ellos lo adoran», señaló.
El también lingüista afirma que «la industria militar es otro ejemplo de ello. Es un último esfuerzo  para tratar de imponer la regla máxima de riqueza extrema y poder corporativo que corre paralelamente a la campaña de Mitch McConnell-Trump para empacar al poder judicial de arriba a abajo con jóvenes abogados de ultraderecha de la Sociedad Federalista que serán capaces de asegurarse de que no importa lo que el público quiera, mientras sus políticas ultra reaccionarias se implementen durante al menos una generación».
«Intentan mantener lo que han logrado en gran medida a través del período neoliberal, los últimos 40 años: una enorme concentración de riqueza, concentración de poder político, población general estancada, en declive, incluso hasta el punto donde hay un aumento de la mortalidad en los últimos años entre las personas en edad laboral, los hombres y mujeres blancos en edad laboral. Nada de esto sucede en las sociedades desarrolladas en funcionamiento», indica Chomsky.
«El país, básicamente, durante mucho tiempo, ha sido prácticamente un estado de partido único, el partido empresarial», sentencia el intelectual.
Las entrevistas completas en Democracynow.org

Por Equipo Digital ELN 20 julio, 2020

El 20 de julio de 1810, Colombia lanzó el Grito de independencia que marcó la ruptura de la dominación del imperio español, pero hoy soporta su peor época de dependencia, promovida por el tercer Gobierno de Uribe, que es incondicional de Estados Unidos.

Este aniversario 210 lo vive Colombia con el Congreso cerrado, Duque gobernando por decreto para favorecer a los banqueros y clanes mafiosos que lo hicieron Presidente; mientras la mayoría del pueblo sufre por el hambre y por el Covid-19; y a quienes se le oponen y protestan les cae la persecución y el exterminio.

Evidencia la ilegitimidad del actual Gobierno, las decisiones increíbles que adopta: mandó a detener a los investigadores que descubrieron el fraude electoral que hizo Presidente a Duque en 2018, en vez de aplicar justicia a los Clanes mafiosos que presionaron y compraron votos para él; expulsó del Ejército al Sargento que denunció la violación de una niña indígena por 8 soldados; y cuando los narco paramilitares del Clan del Golfo asediaban y mataban ex combatientes en Ituango, en vez de perseguir a los bandidos, desterró a los perseguidos para Mutatá.

Centenares de Congresistas, ex Ministros y personalidades en un Manifiesto por la democracia han denunciado la amenaza que representa este Gobierno para Colombia; porque entre más hondo cae en su ilegitimidad, más tiránico se vuelve. Así mismo, el Consejo de Paz reclama al Gobierno su desatención a la Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que exige hacer un Alto el Fuego que permita enfrentar mejor la pandemia.

Duque no hace un Alto el Fuego porque debe ejecutar las fumigaciones con Glifosato que ordenó Trump y debe desplegar la Brigada SFAB que envió el Pentágono, para escalar aún más la agresión contra Venezuela desde territorio colombiano.

A EEUU no le importa que en Colombia esté en desarrollo un Proceso de Paz, pues para ellos vale más su plan de Guerra; tampoco le importa que Uribe haya convertido al país en una Narcodemocracia, porque ambos se lucran con lo que hacen.

La sabiduría popular enseña que “no hay mal que dure cien años”, porque como dijo Jorge Eliécer Gaitán:

“Cercano está el momento en que veremos si el pueblo manda, si el pueblo ordena, si el pueblo es el pueblo y no una multitud anónima de siervos”.

Pablo Neruda, Chile


VII


Es paz la paz de la paloma?
El leopardo hace la guerra?

Por qué enseña el profesor
la geografía de la muerte?

Qué pasa con las golondrinas
que llegan tarde al colegio?

Es verdad qe reparten cartas
transparentes, por todo el cielo?


LXX

Cuál es el trabajo forzado
de Hitler en el infierno?

Pinta paredes o cadáveres?’
Olfatea el gas de sus muertos?

Le dan de comer las cenizas
de tantos niños calcinados?

O le han dado desde su muerte
de beber sangre en un embudo?

O le martillan en la boca
los arrancados dientes de oro?

 

El Tupamaro Jorge Zabalza responde a Primera Línea Revolucionaria, de Chile en un libro breve del mismo título. Esta es su parte final.

Por otra parte, no cabe olvidar que el imaginario de una sociedad sin clases incluye la extinción del Estado. En teoría, el proceso revolucionario iría avanzando en la medida que el pueblo vaya organizando su poder y sustituyendo con organismos de poder popular las instituciones del Estado burgués, incluyendo sus fuerzas armadas. Los esfuerzos que fortalecen la institución armada contradicen el precepto teórico e internan el proceso revolucionario en un laberinto sin salida. Es un contrasentido apuntalar los cimientos del Estado, mientras se sostiene que se lo quiere demoler. 13 Ver Max Weber “El político y el científico”. Alianza Editorial. Madrid. 1967.