Recuperar el pensamiento, la conciencia, la identidad y el proyecto histórico del pueblo y los trabajadores/as para conquistar la paz, es la ruta construida desde la clase popular colombiana que enfrenta cotidianamente al capitalismo y a las clases dominantes, que exigen borrar la historia con la violencia criminal y terrorista del Estado que busca aplastar la memoria popular, sus luchas, y conquistas. Pero hoy los movimientos populares se afianzan para abrir más el camino de la libertad y la conquista de la paz con dignidad, justicia y equidad. Tal será el fruto de un gran movimiento social que se apropie, con la unidad y la acción, de la construcción de la paz, la permanencia y defensa de los territorios, que en pueblos y ciudades son violentados para el exterminio de la población y/o el aniquilamiento de la oposición.

Frente a esto, en palabras de Camilo Torres Restrepo:

Es necesario que la clase obrera colombiana, en este momento crucial de nuestra historia, dedique todos sus esfuerzos a la UNIDAD Y A LA ORGANIZACION DE LA CLASE POPULAR COLOMBIANA PARA LA TOMA DEL PODER.

Que cada lucha parcial por las ventajas inmediatas, no pierda de vista el hecho de que la reivindicación total y definitiva obrera no podrá venir sino como consecuencia de la toma del poder por parte de las mayorías, por parte de LA CLASE POPULAR COLOMBIANA.”

Así, y frente a una mirada histórica, los pueblos recuperaremos progresos significativos en la búsqueda de coincidencias y de coordinación popular, social y revolucionaria.

Identificar la conjugación de factores positivos para la convergencia política y la movilización con renovadas fuerzas sociales como un acumulado democrático-popular, permitiría avanzar en la construcción de la paz con cambios, y enfrentar u obstaculizar la brutal ofensiva fascista del régimen de Uribe-Duque, que resuelve con la impunidad sus injusticias, crímenes y demás mecanismos excluyentes. Por sobre todo, tal régimen con su enfoque represivo, con un aparato diseñado para una guerra permanente contra un pueblo que se niega a vivir en guerra y en la indigencia e indignidad, pues tiene aspiraciones históricas de emancipación total, alcanzadas con la lucha. Ha crecido una sólida conciencia de la clase popular colombiana, que no está dispuesta a recibir a cambio más migajas burguesas. Mucho menos esa pax americana que exige la claudicación de los pueblos y sus fuerzas, para de nuevo negar las reivindicaciones concretas, económicas, sociales y políticas.

La lucha es a favor del pueblo organizado, como protagonista central, y con un nuevo gobierno fruto de la construcción del poder político, de la unidad de la izquierda y de los sectores democráticos que luchan contra el capitalismo, ejerciendo el hermanamiento de las resistencias y la solidaridad internacionalista.