El día que se firme la Paz en Colombia

habrá fiesta en Venezuela y en el continente.

Ya lo decía Bolívar: La paz es mi puerto”.

Hugo Chávez, septiembre de 2012

 

A casi diez meses de autoproclamarse infructuosamente un tal Guaidó como presidente de Venezuela y dos años y medio de la llegada de Trump a la Casa Blanca, la estela de tensiones, el manto de agresiones neocoloniales y las amenazas de guerra en todos los campos sigue siendo una constante en la asediada Venezuela y otras latitudes de nuestro planeta.

La naturaleza o mejor: “la Bestialidad del Imperialismo no tiene frontera ni país determinado”, así lo caracterizaba Ernesto Che Guevara en la década de los años sesenta, la realidad actual reafirma lo dicho por el entrañable Che.

 

Nuevas y viejas Amenazas

A la luz de complejo contexto que vive la Hermana Patria Venezolana, se recrudecen las agresiones y la proximidad de un conflicto binacional de gran envergadura es más latente en la región. Dada la exigencia de los “Amos del Norte” en su plan de recolonización del continente.

La burguesía colombiana se ha especializado en torcer la historia y desconocer el conflicto social y armado que vive la nación neogranadina por más de seis décadas. Lo que está claro es que la doctrina de seguridad nacional impuesta por los Estados Unidos, luego de la llamada guerra fría, aún se mantiene y amenaza con extenderse a la región. La guerra en Colombia se desbordó hace años a sus fronteras y esto trae consigo la expansión de una verdadera maquinaria de guerra y terror que ha sostenido a la clase dominante.

Los falsos positivos

Los falsos positivos son la expresión de la estrategia de guerra sucia, guerra psicológica y guerra política utilizada con más ahínco durante los periodos presidenciales de Uribe y su plan de seguridad democrática hoy renovado, pero vigente con Duque a la cabeza.

El estado colombiano tiene el primer puesto en condenas en la corte interamericana de derechos humanos por esa práctica que vulnera cualquier derecho ciudadano y que mantiene cuatro sentencias proferidas por este organismo.

Desde la desaparición física del Presidente Hugo Chávez, la guerra mediática sus fake news contra Venezuela parecen ser parte del paisaje impuesto por la derecha colombiana e internacional en su plan de lograr el desplome de la Revolución Bolivariana.

La exportación del paramilitarismo

La proliferación del paramilitarismo, el desarrollo del Narcotráfico, el contrabando de gasolina y alimentos así como la economía inducida para desbaratar el bolívar hacen parte del andamiaje para producir la sensación de un Estado fallido y forzar aún más la migración de personas a otros lugares del continente. Es frecuente que el Estado venezolano anuncie el desmontaje de planes terroristas que van desde el magnicidio contra el Presidente Nicolás Maduro hasta el bloqueo de transacciones comerciales que limitan el suministro de alimentos al pueblo a través del sistema CLAP.

La Estrategia desarrollada con las matrices de opinión que buscan comprometer al proceso bolivariano con la insurgencia colombiana, son cada vez más incisivas y reiterativas hasta el grado de que se denunciara por el estado colombiano para que incluyan a Venezuela en la lista de países patrocinadores del terrorismo. El Retorno de las FARC a la Lucha Armada.

El 29 de Agosto, luego de que un grupo significativo de la comandancia de la FARC anunciara al mundo su regreso a la lucha armada, este hecho sacudió el tablero de Colombia y el continente, pues reafirma el fracaso de los acuerdos de Paz de La Habana y ratifica la naturaleza guerrerista del uribismo y sus continuadores, en medio de una oleada de asesinatos de más de 500 líderes sociales y más de un centenar de excombatientes de las FARC.

El papel de Colombia en la Guerra proxy contra Venezuela

Tras el fracaso de los intentos desestabilizadores de 2017, a través de las guarimbas hasta el empleo de ataques armados financiados por EEUU, la administración Trump no solo anunció que la opción militar está sobre la mesa, sino que está decidido emplearla en el marco de la guerra no convencional utilizando la proxy war o guerra por delegación, asumida ahora por Colombia. La activación del grupo de Lima y el grupo de los 4 que juegan en el cerco diplomático e impacto disuasivo con las maniobras militares en la región amazónica; el empleo del territorio colombiano como base de apoyo para la asfixia económica y financiera el empleo del dólar today y el negocio especulativo de las casa de cambio en su mayoría de propietarios paracos y el contrabando de efectivo, alimentos y combustibles; el desarrollo de operaciones encubiertas con fuerzas especiales y unidades paramilitares y el despliegue de inteligencia electrónica junto al fomento de la balcanización de los estados fronterizos que son parte de la llamada media luna, actúan en el marco de la estrategia de dominación de espectro completo en su esfuerzo por derrocar la Revolución Bolivariana.

Al enemigo nunca hay que subestimarlo, tras el fracaso de los Acuerdos de Paz de la Habana, el recrudecimiento del asedio político y comercial y la puesta en marcha de la proxy war o guerra por delegación aumenta la tensión entre dos países hermanos que el imperialismo quiere poner a pelear para quedarse con la mayor tajada de las riquezas venezolanas y la caída del proyecto bolivariano, lo que significaría un grave retroceso para la lucha emancipadora de los pueblos del mundo.

Por estos días recordamos un aniversario más de la Liberación de Saigón y hoy 74 años después las enseñanzas del tío Ho Chi Ming en su lucha contra el imperio japonés, francés y estadounidense están más vigentes que nunca para truncar el plan gringo de asalto a la nación venezolana.

¡Unidad y resistencia de los pueblos Bolivarianos!

Síntesis informativa. Año 4. Número 123. Septiembre 01 -15 de 2019. Sala situacional Camilo Torres Restrepo.