La Corriente Juana Azurduy y la Corriente Surcos, organizaciones populares de Argentina, hemos avanzado en el proceso de unidad y síntesis, dando origen a Siembra, movimiento por el feminismo, el socialismo y el buen vivir.

 

Si fuéramos capaces de unirnos, que hermoso y cercano sería el futuro” nos decía el Che en su Mensaje a los pueblos del mundo a través de la Tricontinental. No sería la primera vez que una de las frases del Che, muchas veces repetida hasta el hartazgo, parece compleja de llevar a la práctica. Efectivamente, no resulta nada fácil endurecerse sin perder la ternura, ni mucho menos sentir en carne propia cualquier injusticia cometida contra cualquier ser humano en cualquier lugar del planeta. Sin embargo, desde finales del 2017 las organizaciones populares Juana Azurduy y Surcos nos trazamos un camino común y decidimos realizar una apuesta: dejar de hablar de la unidad y ponernos a trabajar realmente en ella, entendiendo que como todo proceso político, la unidad también se construye.

En un contexto de avance del proyecto de despojo, saqueo y explotación de nuestros cuerpos, nuestros trabajos y nuestros territorios, ante el crecimiento del poder de los sectores dominantes amparados en el gobierno neoliberal de Mauricio Macri en la Argentina, la unidad aparece como una tarea de orden estratégico para el campo popular. Una unidad que no solo enfrente, derrote y entierre al proyecto de muerte del neoliberalismo, sino también que nos permita construir hoy ese mañana que soñamos, ese horizonte de los pueblos.

Somos trabajadorxs, estudiantes, migrantes, artistas, quinterxs, villerxs, comunicadorxs, docentes, jóvenes y niñxs, que formamos parte de una nueva generación de izquierda. Una izquierda que mueve y conmueve, que construye desde los afectos y las luchas. Creemos fervientemente en la potencia del movimiento feminista, de las organizaciones populares, de la clase trabajadora y de las comunidades indígenas campesinas.

En ese sentido, sabemos que es posible construir una sociedad en la que comer, vestirse, tener un techo, tiempo de disfrute y trabajar dignamente, sean derechos y no privilegios. Donde la abundancia deje de ser para unes pocxs y pase a ser de las mayorías. Estamos convencidxs que la vida no puede quedar a la suerte del mercado y del mérito personal. La política debe ser para nosotres y para hacer de ese sueño una realidad, hay que construir un nuevo poder. Un poder hacer y un poder decir, un poder que derribe y construya. Ante su proyecto de muerte estamos creando un poder que siembre vida. Un poder popular, comunitario y feminista.

Es por eso que la Corriente Popular Juana Azurduy y la Corriente Surcos damos nacimiento a un nuevo movimiento popular, para sembrar feminismo, socialismo y buen vivir, para cosechar revolución. Damos nacimiento al Movimiento Siembra, para cambiar todo lo que tiene que ser cambiado y para luchar hasta que todo sea como lo soñamos.