Marie Dawn Paley*

 

(Extracto de la Introducción a este libro de lectura imprescindible para estos tiempos)

 

Introducción

 

Las noticias nos hacen creer que México está experimentando un conflicto de fuerzas estatales contra cárteles de la droga, en el cual a veces los cárteles pelean contra otros cárteles, y si muere gente inocente, se le denomina daño colateral. En general, dan por hecho que el discurso oficial es un discurso veraz, y manejan un vocabulario aceptando parta hablar de esta guerra; hablan de levantones, ejecuciones, narcomantas, narcofosas. Sicarios, cárteles, y a veces, de bajas civiles entre fuego cruzado. Quieren confundirnos. Nos confunden con una serie de discursos despolitizados y erróneos sobre la violencia y sus fuentes.

De forma general, la confusión ha funcionado. La mayoría de los periodistas y analistas –aún los más críticos- han quedado dentro de los parámetros del discurso oficial: México está en una lucha contra la criminalidad.

Todas estas versiones descansan sobre versiones anticuadas del Estado, del tráfico de drogas y de grupos insurgentes, e imaginan divisiones claras entre fuerzas estatales (fuerzas del bien) bajo amenaza y grupos criminales (fuerzas del “mal”) sobredimensionados.

Avalan el discurso promovido desde el Estado según el cual la mayoría de las bajas en esta guerra son personas involucradas en el narcotráfico, y que el Estado mismo está enajenado de la mayor parte de la violencia la llamada guerra contra el narcotráfico en México representa un cambio en la forma de gobernar en paralelo con la profundización del proceso neoliberal, a través de la aplicación de técnicas ampliadas de guerra contrainsurgente. Esta forma de guerras le es útil al sistema capitalista global y al mantenimiento del poder del capital transnacional.

La mayoría de los autores de textos críticos sobre la guerra contemporánea en América Latina, no consideran el capitalismo y su expansión como factor clave de esta guerra de forma integral. Esta falta de análisis sobre la economía “legal”, es decir, sobre la relación entre la guerra y la fuerza de trabajo o sobre la violencia, el territorio y las luchas de su defensa (con respecto a las industrias extractivas y los proyectos de infraestructura logística) es un problema grave que nos ciega al momento de intentar entender lo que pasa hoy, no sólo en México sino en todo el continente.

Desde mediados de los años 90, con la firma de la paz (neoliberal) en América Central, hemos estado experimentando una transición del periodo de la Guerra Fría hacia un periodo de guerra renovada, neoliberal.

El recrudecimiento de la guerra contra las drogas patrocinadas por EEUU coincidió con el fin de la Guerra Fría y con la lucha de parte de legisladores en EEUU y los estrategas del Pentágono de desarrollar una lógica para mantener el poder militar de EEUU en la región, y para asegurar el status de EEUU como el único superpoder.

Una guerra neoliberal, que tras una serie de discursos confusos y despolitizados, efectivamente asegura las condiciones para la proliferación del capital en su forma actual. La guerra neoliberal está ocurriendo en un momento formalmente democrático, a diferencia de las juntas militares de antaño.

Se promueve como una guerra despolitizada (sin guerrillas, sin comunistas, sin ideologías) con un nivel de confusión altísimo, sembrado desde la oficialidad. La clave más importante de la guerra neoliberal se el gasto militar y policiaco, que sigue al alza; la violencia estatal se encuentra en la raíz de las demás violencias desplegadas.

El modo de guerra neoliberal es de contrainsurgencia ampliada, un concepto que refiere a la formación y la confusión de las relaciones entre actores armados, la ampliación de la categoría insurgente, la no-necesidad de insurgentes armados, y el uso de la desaparición forzada y/o el encarcelamiento (dentro de un complejo de violencia que se basa sobre el homicidio despolitizado) como practica central.*

Paley, Dawn Marie. Guerra Neoliberal, Desaparición y búsqueda en el norte de México, Ed. Libertad bajo palabra, México, 2020.