Alberto Híjar Serrano

Bravucón, criminal y prepotente, Trump y su equipo procuran la reelección alarmados por la propuesta de Bernie Sanders a favor de la salud universal. El retiro de tropas en Medio Oriente se pospone. Los ataques a poblaciones indefensas siguen, las deportaciones, los maltratos y el hacinamiento de migrantes no cesan como tampoco la militarización de fronteras que ya causó la protesta de Canadá y dio lugar a organizaciones vecinales para impedir la entrada a México de gringos para hacer sus compras baratas. De aquí la amenaza contra el presidente de Venezuela y su equipo, ante el regocijo del petimetre Guiado pese a sus fracasados intentos de golpe de estado. La terrible amenaza cuenta con la complicidad de los gobiernos de Colombia y de Brasil en una región plagada de bases militares yanquis. Si antes se bombardeó Panamá para aprehender al presidente Noriega y se asesinó a Maurice Bishop por su atrevimiento de hacer un aeropuerto con ayuda cubana en Granada, es posible el ataque a Venezuela como prueba de fortaleza, mientras crece la pandemia en todo Estados Unidos. Desde Nueva York, Heriberto Paredes escribe para el sitio de elocuente nombre: Apocalipsis. Vecino de un hospital, narra la aglomeración en su entrada acompañada por las sirenas, mientras médicos con tabletas en mano, ofrecen a los moribundos el consuelo de la despedida por video llamada. Las bravatas de Trump, su preocupación por la economía, acompañan la certeza de la selección de pacientes ante la escasez de respiradores, camas, todo. Nadie se ocupa de los miles de homeless revueltos con drogadictos moribundos en San Francisco, Los Ángeles, Chicago y por todos los barrios de indocumentados.

Sociedad del cansancio” llama Byung-Chung Han, avecindado en Berlín, a la situación mundial en artículo difundido por El País. Coincide con Oscar Menéndez en destacar tradiciones maoistas como lo filmado por el documentalista en los setenta, de los llamados médicos descalzos funcionando en lugares apartados de las ciudades. Tradición semejante a la de Cuba con sus Brigadas Médicas expertas en aliviar desastres en la Costa Atlántica, Haití, África y el ébola, con la muerte de cinco de los héroes de la salud, todo lo cual explica su emocionante recepción reciente en Madrid, Andorra, Milán para ir a Palermo al encuentro de algo más que el cansancio, sino también la incertidumbre descrita por la psicóloga salvadoreña Ligia Orellana al alertar de la compleja depresión y el terror que describiera Albert Camus en La Peste. Decenas de gobiernos solicitan brigadas cubanas de salud que ya están en Venezuela, mientras el gobierno chino declara controlada la pandemia.

Queda clara la militarización y las multas como recurso represivo del capitalismo. De aquí que no cese la represión a las comunidades rurales como las registradas por Gloria Muñoz en San Lorenzo Aquextlán, Jalisco contra wixarikas y tepehuanes; en Aldama, Chiapas contra tzeltales y tzotziles monolingües. Siguen los asesinatos de dirigentes como Isaac Medardo Herrera en Jiutepec y Paulina Gómez Palacios en El Salvador, Zacatecas. Guardia Nacional frente a policías comunitarias, paramilitares contra Juntas de Buen Gobierno Zapatistas, la fuerza represiva contra el trabajo solidario, colectivo, orientado por las asambleas asesoradas por técnicos especializados.

Las grandes ciudades resultan focos que pueden ser tan incontrolables como Nueva York, Madrid o Palermo. Negro es el futuro porque en el largo plazo, los empresarios y sus diputados y senadores, organizan proyectos criminales, por ejemplo, diecisiete grandes torres en el Paseo de la Reforma con la más alta de América Latina de sesenta pisos en la gran manzana frente al monumento a Colón. Nada queda de la declaración de la Jefa de Gobierno cuando descubrió las licencias chuecas y el abuso protegido de construir más pisos de los cuatro o seis permitidos. Prometió el año pasado, demoler los pisos sobrantes. Su muy limitada campaña de jardines desperdiciará enormes predios para complacer a los empresarios de la construcción. La Comisión de Planeación ha sido reducida a Comisión de las Inmobiliarias.

Por un lado, el combate a la enfermedad y en el fondo, la salud pública arrasada con todo y envenenamiento del ambiente y la expropiación del agua y la energía eléctrica. Así es esto del capitalismo a toda costa. La anunciada crisis económica devastará al mundo entero de los trabajadores y los desposeídos. 30 marzo 2020 Foto-campaña: Alfredo López Casanova