El 1 de diciembre ante sus seguidores, Andrés Manuel López Obrador afirmó en su balance sobre el rumbo de la seguridad, que el país aún resiente las secuelas de “la irresponsable política de guerra contra el narcotráfico que emprendió el entonces Jefe del Ejecutivo Felipe Calderón en 2007, lo que desató una crisis de muertes, desaparecidos y violación a derechos humanos”.

Aunque dijo que ahora su gobierno “imprime un cambio de paradigma que promueve la justicia social”, reconoció “la necesidad de serenar al país como uno de sus principales retos”.

Pero las fuerzas para la “serenidad”:son militares de la Sedena, de la Marina y de la Guardia Nacional, más grupos paramilitares que controlan amplios territorios del país, algunos en abierto hermanamiento con los políticos y las fuerzas armadas oficiales, pero que también las combaten al reordenar los negocios y mercados del crimen,

México ha registrado, en promedio, un multihomicidio de nueve o más personas cada mes en el primer año delsexenio de Andrés Manuel López Obrador.

Crímenes recientes como el que afectó a la familia LeBarón, o los que en noviembre y comenzando diciembre acumularon 94 muertos en municipios de Guanajuato o los 15 en el estado de Coahuila, se suman a otros casos distintos que han sufrido decenas de personas en un lapso de un año.

Un resumen del periódico Reforma, que se confirma en otros medios, y ante el cual el gobierno guarda silencio, indica que de diciembre de 2018 a diciembre de este año, 300 personas fueron víctimas de este tipo de crímenes destacandoTamaulipas, Guerrero, Guanajuato, Jalisco, Veracruz, Coahuila y Michoacán.

Sólo diciembre de 2018, y febrero y julio del resente no sumaron muertos al promedio.

En lo que va del sexenio se han registrado al menos 18 casos de multiejecuciones con nueve o más víctimas en el país.

Enero

10 de enero. 24 cuerpos hallados en un rancho en Miguel Alemán, Tamaulipas.

27 de enero: 10 muertos en un enfrentamiento en Chilapa, Guerrero.

Marzo

9 de marzo. 15 muertos en un centro nocturno en Salamanca, Guanajuato.

15 de marzo. 20 cuerpos hallados en un canal de Ixtlahuacán de los Membrillos, Jalisco.

Abril

19 de abril. 14 personas, entre ellos un niño, ejecutadas en Minatitlán, Veracruz.

(Folio 3298259)

27 de abril. 9 civiles muertos en un enfrentamiento en Saltillo, Coahuila.

Mayo

20 de mayo: 9 sicarios y un policía muertos en un enfrentamiento en Múzquiz, Coahuila.

22 de mayo: 10 muertos en un enfrentamiento en Uruapan, Michoacán.

Junio

7 de junio. 10 cuerpos encontrados en un canal de aguas negras de Tlajomulco, Jalisco.

22 de junio. 12 cadáveres localizados en Tlaquepaque, Jalisco.

Agosto

8 de agosto. 19 muertos en una pugna entre bandas del crimen en Uruapan, Michoacán.

28 de agosto. 28 muertos en un ataque al bar “Caballo Blanco”, en Coatzacoalcos, Veracruz.

30 de agosto. 9 muertos y 11 heridos en un enfrentamiento en Tepalcatepec, Michoacán.

Septiembre

4 de septiembre. 10 cadáveres abandonados en una finca en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco.

Octubre

14 de octubre. 13 policías estatales muertos y tres heridos en una emboscada en Aguililla, Michoacán. (Folio: 7898381)

15 de octubre. 14 civiles y un militar muertos en un enfrentamiento en Iguala, Guerrero.

23 de octubre. 9 muertos en un enfrentamiento en Zitlala, Guerrero.

Noviembre

9 asesinados de la familia Le Baron en los límites entre Sonora y Chihuahua y , días después, una docenas entre León e Irapuato que al 2 de diciembre suman 94.

Al mismo tiempo Diciembre abre con 15muertos y varios lesionados en enfrentamientos en Villa nión, Coahuila.

En resumen: Entre el 1 de diciembre de 2018 y el 28 de noviembre de 2019, la Cuarta Transformación acumuló 34 mil 657 asesinatos, un promedio de 95 al día, con datos registrados.

Si además entre estos asesinados, se cuenta a las decenas de luchadorxs sociales, defensorxs de derechos humanos, de mujeres, periodistas y jóvenes, como lo han reportado otros medios y el mismo INEGI, se vería que la matanza dominante es de jóvenes y de mujeres, y la represión suma desaparecidos y ejecutados por paramilitares y sicarios al servicio de los niveles del Estado o del negocio legal y criminal de empresas capitalistas.

Solo el pueblo organizado puee defender al pueblo ante un Estado que funciona como cárcel para las comunidades que defienden su territorio, o como Estado asesino y violador, ante los movimientos sociales que ya lo denuncian con mayor fuerza.