Silvia Ramos, secretaria de Relaciones y Difusión de la UTyPP Unión de Técnicos y Trabajadores Profesionistas Petroleros

Las iniciativas de reforma energética de PRI y PAN, no sólo atentan contra la soberanía nacional y ponen en riesgo el futuro de nuestro país, también atentan en contra de nuestra materia de trabajo, nuestros derechos al trabajo, a un salario justo y a pensiones que nos permitan tener una vejez digna.

 

 

Se argumenta que los trabajadores no seremos despedidos y se respetarán nuestros derechos. ¿Alguien les cree? Si se cierran una a una las refinerías y petroquímicas: ¿qué va a pasar con nosotros?, ¿las refinerías y petroquímicas privadas transnacionales nos van a dar trabajo?, ¿van a respetar nuestras antigüedades?, ¿van a respetar el Contrato Colectivo de Trabajo?, ¿cuánto tiempo? No tenemos fondo de pensiones. ¿Quién va a pagar las pensiones de los jubilados si no hemos cotizando ni en el ISSSTE ni en el IMSS?

No nos engañamos, nuestro futuro, será el mismo que viven ya los 85 mil trabajadores que actualmente están contratados bajo el régimen de outsourcing en las 400 empresas privadas trasnacionales y contratistas que prestan servicios a Pemex:

• Sin estabilidad en el empleo.

• Sin seguridad social.

• Bajas o nulas prestaciones como aguinaldo, prima vacacional, etc.

• Jornadas de trabajo de 12 y hasta de 16 horas.

• Salarios muy por abajo de los trabajadores de PEMEX compuestos en su mayoría con bonos, premios por asistencia, ayudas, recompensas, etc. que se les suele pagar en abonos.

 

• Se obliga a los trabajadores como condición de empleo a firmar contratos individuales de trabajo en blanco, para ser llenados conforme a los intereses de los patrones.

 • La afiliación a sindicatos «blancos» es obligatoria, las hojas de afiliación también se firman en blanco.

• Se obliga al trabajador a firmar renuncias anticipadas a su trabajo o a sus derechos, como condición para percibir sus salarios.

• Se les niega su antigüedad bajo el argumento de que laboran bajo contratos de obra determinada cuando la gran mayoría de ellos no han dejado de prestar sus servicios desde el año 2000.

Las cantidades cotizadas al Seguro Social o al Infonavit no concuerdan con los salarios que reciben, esto en los casos en que las compañías realizan el pago respectivo, pues es constante que cuando se presentan a solicitar atención médica al Seguro Social ya estén dados de baja o que algunos trabajadores que ejercieron su derecho a un crédito del Infonavit les sean cobrados intereses moratorios como si no cubrieran mensualmente las aportaciones correspondientes, estos dos casos suceden a pesar de que en cada salario percibido se les descuentan los pagos para las instituciones de seguridad social. En el caso de los trabajadores de las plataformas la situación laboral es aún más indignante pues:

• No se les paga salario por los días de descanso.

• El reparto de utilidades es letra muerta o se dan cantidades irrisorias que hacen suponer acciones de evasión fiscal por parte de las contratistas.

• No hay estabilidad en el empleo, en el mes de diciembre son comunes los despidos masivos y la recontratación de nuevo personal con el fin de evadir el pago de aguinaldos y vacaciones, las amenazas de despido es una manera de control para evitar que luchen por mejorar sus condiciones de trabajo. Se les obliga a firmar un nuevo contrato cada 28 días.

• No se respeta el derecho a pago de viáticos y tampoco la empresa les proporciona una habitación higiénica y decorosa, en los términos del artículo 30 de la Ley Federa del Trabajo.

• El servicio médico esta negado para los trabajadores durante su estancia en las plataformas petroleras a lo único a que tienen derecho y eso en ocasiones, es a recibir primeros auxilios por un personal que no está debidamente capacitado.

• No tienen ninguna cobertura al salir y regresar de sus casas (accidentes en el trayecto), las compañías sólo se hace «responsable» de ellos durante su permanencia en el centro de trabajo respectivo.

• Lo dicho en el anterior punto contribuye a la gravedad y frecuencia de los riesgos de trabajo en las plataformas. Dejándose además en una total desprotección a los trabajadores ya que tanto la empresa como el IMSS evaden su responsabilidad.

• Pese a las jornadas inhumanas que trabajan no se les paga tiempo extraordinario.

• Se les descuenta una parte del primer salario que reciben para cubrir el costo de las botas, casco, faja y overol que usan como uniforme.

El pasado 31 de julio, el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana y PEMEX firmaron el Convenio Administrativo sindical N° 10717/2013 que prepara la compactación y desaparición de plazas y departamentos, jubilaciones y retiros forzosos, por medio de un llamado redimensionamiento.

No hay mañana, es ahora o nunca, o nos unimos y organizamos para defendernos o nos quedaremos sin trabajo es decir sin salario, sin pensiones, sin jubilaciones y sin derecho a tener un sindicato que nos permita defender nuestros derechos laborales.