Movimiento Nacional de Tejedoras mayas de Guatemala y AFEDES

 

Aura Cumes.

 

Hemos visto el documental, Guatemala: el corazón del Mundo Maya. Un nuevo negocio, que hace el Instituto Guatemalteco de Turismo y vinculado a Netflix, en donde nuevamente toma nuestras imágenes como son pueblos mayas, como individuos y como colectivos y hace una invitación para que el mundo venga nos observe, pero detrás de todo hay una mercantilización de nuestra existencia. Los Mayas en este país somos perseguidos, criminalizados, en ese documental debieron estar exhibidas las fosas de donde se extraen mujeres con esos mismos trajes que en el lenguaje está exhibiendo, los presos políticos, de la gente que cuida el agua, el hambre que sufre mucha gente maya, la servidumbre a la que ha sido sometida en las fincas la gente maya, el envenenamiento aéreo que sufre en las plantaciones. Ese es el verdadero corazón del mundo maya, que está sufriendo persecución, hambre, empobrecimiento. De cada diez quetzales que el Estado invierte en el “desarrollo”, un quetzal va para la gente maya y ese quetzal se queda en los burócratas y en aquellos que llevan a nuestros territorios el llamado desarrollo. Este es un documental que invita a una nueva forma de saqueo exclusivamente para hacer un nuevo negocio sobre nuestros cuerpos.

 

Judith Satz.

A mí me indigna ver cómo muestran nuestra cultura como algo que ya no existe, porque hablan los mayas fueron, pero los mayas aquí estamos. Mi abuelo me inculcó muchas cosas, como es el cuidado del agua y en el documental vimos que aparecen imágenes del agua, de los ríos, de los bosques, pero siempre nos dicen quién lo cuida es tal entidad, nunca mencionan a nuestros abuelos que desde hace muchos años han cuidado por conservar la vida. Para nosotros el agua es un tesoro vale mucho más que el oro, siempre lo decimos porque es en realidad una fuente de vida, un medio de vida que los pueblos hemos cuidado. Vemos cómo nos roban el agua, la contaminan, los hoteles lanzan sus desagües al agua. Cómo las mujeres mestizas salen con nuestra indumentaria al mercado y muestran el rostro de las niñas trabajando, el rostro de mujeres trabajando, pero salimos en los documentales y nunca nos han pedido permiso. Tampoco ven el trabajo que hacemos ¿qué hace una niña trabajando, cargando a sus hermanitos, llevando una carga? Eso no lo ven y salimos como corazón del mundo maya y no hay nada que regrese a nosotros.

 

Virginia Puak.

Voy a decir dos o tres palabras a ustedes, sobre porqué este documental dice cosas que son convenientes para ellos, pero no para nosotros. Ellos dicen ésta es Guatemala, enseñan sólo buenas cosas, pero lo que nosotros vivimos cosas que entristecen a nuestro corazón no las muestran. Eso es lo que me duele, ojalá comprenda nuestra gente, porque en este documental dicen que somos mayas, por conveniencia, no dicen que somos descendientes de los mayas y nosotros trabajamos la tierra, ellos dicen que nosotros adoramos la tierra, porque pensamos que la tierra es nuestro Dios y eso no es así. Nosotros cuidamos la tierra, porque sabemos que de la tierra sale nuestra comida, nos da nuestro maíz y por eso queremos la tierra, la cuidamos, no como ellos que hacen lo que quieren, hacen caminos, tapan caminos, pero eso es para ganar dinero, sin tener en cuenta que muchos niños mueren, están tristes, porque si no cuidamos la tierra y el agua, no tienen futuro los niños. Eso entristece a mi corazón y por eso dije estas dos o tres palabras a ustedes hermanos en este amanecer.

 

Angelina Aspuac.

Realmente me molesta la exhibición que hacen de los pueblos indígenas y la cosificación. Por un lado aparece un ballet folclórico que es contratado por el estado por el Instituto Guatemalteco de Turismo para exhibir nuestra indumentaria. Las que la utilizan son mujeres blancas pagadas por el estado, o sea nosotras no lo portamos sólo porque nos contrata una entidad y nos paga para ir a cualquier parte del mundo para exhibirla, nosotras utilizamos nuestra indumentaria porque es parte de nuestra vida misma, nosotras la tejemos porque es parte de lo que hacemos día a día. Los pueblos indígenas intercambiamos nuestros trajes, nuestros tejidos, muchísimas mujeres elaboran textiles para venderlos porque se ha empobrecido a los pueblos en Guatemala y el Movimiento Nacional de Tejedoras ha elaborado muchas propuestas de políticas públicas, de leyes, pero ninguna es aprobada por el Estado.

En Guatemala ser mujer indígena implica que sales a la calle y te dicen María, india, ignorante, patas rajadas, el Estado no invierte en los pueblos indígenas, lo que más bien ha sido pura extracción y en vez de avanzar vamos retrocediendo, la pobreza se ha incrementado porque las políticas no responden a la realidad de los pueblos. La riqueza que generan nuestras manos y nuestros cuerpos es de extracción, siempre se extrae, y este documental es uno de pura extracción de la imagen de la defensa que han hecho los pueblos de los bosques, porque el movimiento no sólo habla de que hay que defender los tejidos, sino que es esa diversidad que hay en Guatemala, todos los ríos que pudimos ver, las cascadas hermosas, esos bosques, alguien los ha defendido con su vida y son los pueblos indígenas. Es realmente indignante cuando no se habla de un pueblo maya con conocimiento, con esa capacidad que tiene de pensar, de vivir y sobrevivir aún dentro de un estado que despoja, que en vez de ayudar extrae, persigue, criminaliza e incluso mata.

 

Claudia Saquic.

Soy originaria de Santa Lucía Otatlán del departamento de Sololá, pertenezco al Consejo de Tejedoras, nuestra lucha ha sido en contra del racismo y la discriminación. De lo que pude percibir dentro del vídeo, es que muestran nuestra riqueza natural, nuestros ríos, nuestros lagos, lo muestran de una forma tan bonita, de una forma tan hermosa, pero nuestra realidad no es esa.

Nuestros ríos, nuestros lagos, están siendo apropiados por los extranjeros, por personas que quieren lucrar con nuestra riqueza natural. Principalmente, vi una imagen que me impactó, que fue la del Lago de Atitlán. Actualmente, tenemos el problema del mega colector que no se habla, que no se discute, pero para nosotros los de la cultura maya, el lago significa algo muy importante para nuestras vidas, para los pueblos que están a la orilla, puesto que es un medio de vida que da vida hacia las personas y hacia nosotras mismas. Nosotras somos una cultura viva hacia las personas y hacia nosotras, vivimos y seguiremos viviendo para defender lo nuestro.

 

Miriam Aspuac.

No somos folclore, no somos objetos negociables, somos personas, sujetos, pero no sólo las personas sino también nuestros territorios, nuestras montañas, nuestros volcanes. En los territorios que se muestran tan hermosos hay mucha gente indígena que pasa hambre, penas, está siendo perseguida, no tiene una casa asegurada. Me indigna que en el documental se refieren a que Cobán en la Verapaz, necesitó de personas alemanas y de otras nacionalidades para venir a poblar ese lugar desconociendo totalmente a la población indígena quekchí que ha vivido en esos lugares desde siempre, ¿de qué corazón del mundo maya estamos hablando cuando estamos presentando al mundo toda una belleza de país sin cuestionar las prácticas racistas que hay en relación a los pueblos indígenas quienes hemos sostenido esa belleza natural, cultural que se muestra en este vídeo? Quisiera llamar a la reflexión, que veamos con ojos críticos, Guatemala necesita volver a ver a los pueblos indígenas como sujetos, no como objetos, estamos tan cansadas, tan hartas de que nos vean como cosas de exhibición y que a costas nuestras el país genere riqueza que nunca llegarán a nuestras comunidades, porque las comunidades estamos muriendo, hay muchos niños desnutridos, hay gente que sólo está bebiendo un vaso de agua para alimentarse, eso no es vida.