Ejército Zapatista de Liberación Nacional. México.27 de diciembre del 2019

 

Mis compañeras coordinadoras del encuentro me han encargado que les diga estas palabras porque soy mamá de una niña y está aquí conmigo.

Porque nuestro deber como mujeres que somos que luchan es protegernos y defendernos y más si la mujer es una niñita apenas.

La tenemos que proteger y defender con todo lo que tengamos. Y si ya no tenemos nada, pues con palos y piedras. Y si no hay palo ni piedra, pues con nuestro cuerpo.

Con uñas y dientes hay que proteger y defender. Y enseñarles a las niñas a protegerse y defenderse cuando ya críen y tengan sus propias fuerzas.

Así está la cosa, hermana y compañera, tenemos que vivir a la defensiva. Y tenemos que enseñar a nuestras crías a crecer a la defensiva.

Así hasta que ya puedan nacer, críar y crecer sin miedo.

Nosotras como zapatistas pensamos que es mejor para esto el estar organizadas.

Lo sabemos que hay quien piensa que también se puede de individual.

Pero nosotras lo hacemos organizadas como zapatistas que somos.

Porque somos mujeres que luchan sí, pero somos mujeres zapatistas.

Por eso, compañera y hermana, la cuenta que nosotras te traemos es que en nuestras compañeras en este año no hubo ninguna asesinada ni desaparecida.

Sí tenemos algunos casos, según la última reunión que tuvimos, de violencia contra la mujer.

Y lo estamos viendo de castigar a los responsables, hombres todos ellos.

Y no sólo lo están viendo las autoridades autónomas, también lo estamos viendo como mujeres zapatistas que somos.

Y también te decimos la mera verdad que a veces nos peleamos entre nosotras, compañera y hermana. Peleamos por tonterías de como mujeres que somos.

Tal vez es que perdemos el tiempo en esas peleas pendejas porque ahora estamos vivas y seguras.

Porque hubo un tiempo en que sólo vivíamos la muerte.

Y, la mera verdad, mirando cómo están las cosas en tus mundos, pues no te ofendas hermana y compañera, pero deseamos que ojalá y llegue el día que ustedes se discutan y peleen por quién más bonita, más joven, más inteligente, mejor vestida, más novios o novias, o maridos y maridas, o porque traen la misma ropa, o porque sus crías son mejores o peores, o por esas cosas que pasan en la vida.

Porque ese día, compañera y hermana, quiere decir que eso, la vida, ya no es un problema Entonces tal vez podremos ser igual de pendejos que los hombres y andar de chismes y tonterías.

O tal vez no, tal vez entendamos entonces que ya vivas y libres, serán otros los problemas, otras las discusiones y otras las peleas.

Pero mientras ese día llega, hermana y compañera, pues tenemos que cuidarnos entre nosotras.

Protegernos entre nosotras.