Con el cielo nublado y las tierras mojadas, vemos que la tormenta no amaina en estos días. Con su visita a cuestas, queremos alzar la voz y primero recordar que tierras pisa y que tiempos son estos. Estamos en medio de tiempos crueles, en mitad de una crisis sanitaria, justo en el pico de la pandemia, con el sistema de salud saqueado por gobiernos de todos los partidos, que han hecho negocio a costa de la salud de todas y de todos, acosta de nuestras vidas. Hoy la gente en Oaxaca está muriendo en sus casas pues no hay ni hospitales ni medicinas. Viene usted señor presidente a nuestra casa, justo cuando más mujeres son asesinadas por el hecho de ser mujeres en el estado y en el país, justo cuando la violencia criminal se ensaña con lxs oaxaqueñxs; violencia criminal organizada al amparo del Estado mexicano en complicidad con las empresas transnacionales.
Vemos que se apresta por enésima vez a promocionar sus megaproyectos, a inaugurar su otro tren, a vendernos su cuarta transformación. Recordamos que somos los pueblos indígenas quienes históricamente desde hace más de 500 años hemos puesto los muertos, somos quienes hemos sufrido y padecido las transformaciones que el Estado impone.
A lo largo de nuestra historia, los gobiernos liberales y neoliberales han sentado las bases del modelo de despojo, han establecido un régimen que favorece la propiedad privada, incluso traicionando la premisa de la Revolución Mexicana, la tierra es de quien la trabaja, plasmada en el artículo 27 de la Carta Magna, traicionada en 1992 por Carlos Salinas. Y despojando a los pueblos indígenas de sus tierras y desconociendo sus formas de organización social y política.
Hoy, el Estado pretende lo mismo que ayer, el representante de la Cuarta Transformación viene a tierras indígenas con intención de favorecer los intereses de las empresas transnacionales, aliadas con el crimen organizado y un montón de políticos corruptos y vendepatrias. Son los continuadores del despojo del saqueo. Son los mismos mafiosos de ayer quienes hoy se frotan las manos con los jugosos contratos que la 4T les está dando.
Con bombo y platillo pretenden en el Istmo de México, en su delgada cintura, construir una barrera de contención de la migración a Estados Unidos, pretenden construir trenes, crear minas y establecer parques industriales y maquiladoras contaminantes que solo generan trabajo esclavo. La obras del tren están arrancando violando los derechos de los pueblos indígenas, de la tierra y la naturaleza con consultas simuladas y amañadas. El desarrollo que anuncia el gobierno no es el hoy ni el mañana que queremos; entendemos que uno de los efectos colaterales que están en tus planes es la destrucción de nuestras culturas ancestrales, el etnocidio nuestro, y la destrucción de los ecosistemas en nuestros territorios; lo único que le importa a este sistema voraz es la ganancia. Las nuevas políticas del gobierno de supuesto nacionalismo llegaron tarde, la pandemia evidenció el colapso del sistema. La naturaleza nos reclama la vida. La comunidad, la colectividad, el apoyo mutuo, la mano vuelta, el tequio, la solidaridad real, son las formas que nos sacarán adelante, son nuestra esperanza. Nuestros conocimientos ancestrales nos van a salvar.
Este suelo son tierras comunales y ejidales que han sido arrebatadas mediante triquiñuelas jurídicas a las comunidades indígenas y eso lastima profundamente, es una muestra del racismo hacia nosotrxs mismos. A quienes defienden la tierra el nuevo gobierno los has calificado de radicales de izquierda, sus palabras tienen consecuencias, por eso, decimos, Samir Vive.
Este gobierno sigue la lógica de los anteriores, y ve a los territorios indígenas como tierras de conquista, no reconocen nuestros derechos colectivos, tampoco se reconoce el derecho a nuestra libre determinación, simulan hacerlo como en las consultas a modo realizadas en el Istmo de Tehuantepec y en la Península de Yucatán donde quieren imponer el otro tren. Utilizan al ejército, a la fuerza pública y siguen solapando a la delincuencia organizada para asesinar y aterrorizar a las comunidades y organizaciones, quieren imponer el sistema de partidos corruptos, por encima de nuestras formas propias de organización, por encima de nuestras asambleas, por encima de nosotrxs. Por encima del pueblo de San Mateo del Mar, donde se sigue esperando una justicia que seguramente jamás llegará. No dejamos de tener la esperanza que pronto veremos a nuestro compañero Freddy García libre.
Las organizaciones sociales, sindicatos, pueblos y comunidades indígenas no creemos en las políticas sociales individualistas que rompen el tejido social comunitario, esto no lo hace confiable para nosotros. Por eso nos preguntamos, a qué viene el último de los dinosaurios a nuestras tierras.
Si permitiéramos que a los poderosos del mundo se les abra la puerta al Istmo de Tehuantepec, no habría poder humano que los hiciera retroceder en sus intenciones de dominio. ¿Para eso se reunió el representante de la Cuarta Transformación con Trump y los poderosos de siempre? Al presidente Juárez, se le ha cuestionado históricamente a causa del tratado Mac Lane-Ocampo, resistiendo a la tentación de entregar el Istmo de Tehuantepec al Imperio, sin embargo, señor Andrés Manuel López Obrador, si en su gobierno esto sucede, seguro que la historia lo juzgará.


Nosotras y nosotros, que amamos a esta tierra que nos dejaron nuestros antepasados, llamamos a la Resistencia.
Desde la Oaxaca Rebelde.

Asamble Oaxaqueña en Defensa de la Tierra y el Territorio. 25 de julio de 2020