Con esta coyuntura infecciosa imaginaria para las empresas prioritarias de este país, el ansia de ganancias está dando nuevas caras, se está viendo que la mercadotecnia de la burla no tiene límites, todo es posible para posicionar imagen y limpiar la sucia cara empresarial mexicana, darte a conocer como empresa o marca socialmente responsable y necesaria en los momentos más inoportunos y a costa de lo que sea y de quien sea.

 

No tienen ni tantita...Unos ofreciendo que ahora si el servicio que ofertan, lo harán con gran esmero, como si te hicieran un favor y los costos que te cobran no valieran. Otros en un comercial donde te informan su valor de continuar trabajando, todo por ti y que les puedes ir a comprar y así no mermar sus ganancias, claro sin expresar si sus trabajadores están siendo obligados a costa de su seguridad, ni si tienen un trabajo estable, con prestaciones, seguridad social, no, nada de eso.

Tú quédate en casa, mientras el repartidor de comida rápida, la enfermera, el dependiente de algunos negocios, trabajadores de limpieza, maestros y muchos más que continúan trabajando por necesidad, por obligación o porque no tienen otra opción. Claro ese heroísmo tan promocionado no te informa que es coronado por todos esos negocios con contratos precarios o sin él, sin prestaciones, ni estabilidad laboral, ni nada que tenga que ver con un buen vivir digno para estos trabajadores que hoy a los empresarios tanto les preocupa.

 

Cómo interpretamos estas burlas que hasta cierto punto están secundadas por el Estado en todos sus niveles, que de paso se hacen publicidad dándonos una cara de conscientes, cuando deberían investigar y sancionar imperativamente todos estos abusos y formas de laborar en México que contradicen toda su maquinaria discursiva donde nos decretan que “¡el neoliberalismo... se fue!”.

 

¡Es cierto, ninguna duda! A través de los años, este país se ha llenado de heroínas y héroes, todos esos que han sido burlados por los gobiernos en turno y partidos de cualquier dizque tendencia política, todo esos que las connotadas centrales obreras han utilizado para su mercadeo político, todos esos que una gran cantidad de las buenas, participativas y consientes empresas de este país se han encargado de violentar bajo cualquier pretexto, coronavirus, inflación, tratados comerciales y abusar de sus derechos laborales año con año para aglutinar grandes ganancias a costa de su necesidad de empleo, todos esos que viven las políticas neoliberales impuestas por transnacionales y gobiernos entrometidos en la soberanía del país.

 

Las acciones las tenemos que tomar nosotros los trabajadores y si es necesario actuar radicalmente, no va a ver otra forma de hacerse presente y hacer entender que esta normalidad que añora el capital y sus voceros no la queremos más en este presente y se tienen que cimentar las nuevas reglas de una convivencia comunitaria que no destruya más nuestras vidas y nuestra tierra.

 

Los Obreros Críticos (LOC), mayo2020