Jubiladas(os) en Lucha, julio 2019

 

El pasado 9 junio, 55 médicos y un número indeterminado de enfermeras y trabajadores administrativos del programa IMSS-BIENESTAR en el estado de Veracruz, fueron despedidos luego de 17 años ininterrumpidos de laborar para ese programa y de haberles prometido la basificación. Denunciaron al diario el Universal, y pidieron omitir su nombre.

El 3 de junio se les informó que la modalidad de Unidades Médicas Urbanas (UMU) desaparece sin posibilidades de reubicación o de contratación, lo que implica el cierre de 16 módulos de atención UMU que se encuentran en los municipios veracruzanos de Orizaba, Rio Blanco, Ciudad Mendoza, Ixtacxoquitlán y Córdoba, y lamentaron dejar a la población sin servicio médico.

El personal despedido se manifestó en Palacio Nacional el pasado 10 de junio y entregaron oficio a la presidencia con estas peticiones: “Lic. Andrés Manuel López Obrador, solicitamos por favor nos ayude a regularizar nuestra situación laboral, somos médicos y enfermeras de Unidades Médicas Urbanas IMSS-BIENESTAR, por contrato sin goce de prestaciones ni seguridad social” Comentan los médicos: cómo es posible que dejen a la población sin atención médica y a nuestras familias sin sustento. Las autoridades solo nos dicen que ya no hay recursos para operar estas clínicas y ya.

En total son 300 clínicas las que cerraron a partir del 16 de junio en 18 estados, en algunos lugares no dieron explicaciones. Médicos y enfermeras del Edo. Mex., Hidalgo, Michoacán y Campeche, denunciaron que se les deben dos o más meses de salario y que, para pagarles, les condicionaron hacer inventario de los insumos de cada clínica. Otra enfermera denuncia: “No tenemos seguridad social, estamos contratados por honorarios, no generamos antigüedad y muchas veces se retrasaron los pagos, pero eso no importó y ahora nos corren sin liquidación, no hay oportunidad de reubicarnos y lo peor es que la gente que venía para control de diabetes e hipertensión, o para dar seguimiento a su embarazo se quedó sin servicios”. Testimonio de Tania Rincón, enfermera que trabajo en UMU Ocotal 2 de la alcaldía Magdalena Contreras.

Por el contrario, el pasado 25 de mayo se festejaron 40 años del programa IMSS-BIENESTAR, el director del IMSS, Zoe Robledo habló de “las bondades del programa”:

Es un programa del Seguro Social que nació en 1979, a través de un convenio con la Coordinación General del Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados de la Presidencia de la República (COPLAMAR), IMSS-COPLAMAR fue su nombre inicial, posteriormente IMSS-OPORTUNIDADES, IMSS PROSPERA y ahora IMSS- BIENESTAR, el 20 de mayo cumplió 40 años. En la actualidad atiende 30 millones de población, con 26 mil trabajadores; médicos, enfermeras, paramédicos y administrativos en 19 estados del país.

Cuenta con 4 mil, 086 unidades médicas, de éstas, 80 son hospitales rurales de segundo nivel, 3mil 618 Unidades Médicas rurales, 15 Unidades Médicas Urbanas, 143 Unidades Médicas Móviles, 46 Centros de Atención Rural Obstétrica y 184 Brigadas de salud. También, cuenta con 70 albergues comunitarios y organiza brigadas médicas de tercer nivel de atención. Información IMSS.”

Sin embargo, en entrevista a Zoe Robledo, el pasado 18 de junio, tras las denuncias del despido de más de 300 trabajadores en todo el país por el cierre de las UMU, comentó: “No hay afectación para la población hay suficiente infraestructura de atención a la Salud, además se cuenta con el Seguro Popular” y en cuanto a los trabajadores que fueron despedidos, dice que estaban contratados por honorarios y estaba por vencer su contrato. Esta declaración comprueba que los funcionarios del nuevo gobierno no tienen ni la menor idea de lo avanzado que está el desmantelamiento de la Seguridad Social y de la Salud y de la política de Cero Crecimiento que se aplica desde los 90 y que abandona a la continuidad del modelo neoliberal que pretendían desmantelar para privatizar como fue el caso de las grandes privatizaciones de servicios de la época de Daniel Karam Toumeh.

La política de austeridad en el sector salud, abona para continuar con la desaparición de infraestructura al cerrar este programa: ¿y lo construido cómo queda? ¿Acaso no saben de la saturación de clínicas y hospitales? ¿Acaso han entrado al servicio de urgencias donde los pacientes están en el piso porque no hay camas ni sillas? ¿Acaso saben que las citas con los especialistas están con un diferimiento de hasta 6 meses como es el caso de Ortopedia, etc.?

A corto y mediano plazo no se ve solución. Por eso trabajadores y derechohabientes debemos estar alerta para que no desaparezcan programas, servicios y mucho menos permitir el despido de trabajadores. ¡Lo que no hagamos los trabajadores nadie lo hará!