Era predecible desde el día en que se aprobó la nueva reforma educativa que abroga varios aspectos de la que con sentido punitivo en contra de los trabajadores de la educación impuso el gobierno de Enrique Peña Nieto, que las exigencias no satisfechas para el magisterio democrático y defendidas por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, CNTE, se enviarían a tratarse en la formulación de las leyes secundarias que reglamenten la reforma constitucional.

 

El gobierno y su alianza inédita con todos los partidos reformó la Ley sin sacar del 3o. constitucional los aspectos laborales de admisión, promoción y reconocimiento. Tampoco se resolvió sobre la continuación del inútil Instituto que maquilla al INEE.

 

Prometió el presidente reinstalar a los cesados por causa de la reforma punitiva el 12 de junio y la basificación de los profesores de educación básica, pero falta definir cómo. Nada se dice acerca del problema de la desaparición de las asignaturas de tecnologías en secundarias generales y técnicas. Además de no atender la necesidad y exigencia de incluir la Educación Especial.

 

Pero el lunes 27 de mayo, la Comisión Única de Negoción de la CNTE al entrevistarse con el presidente gritó en coro festivo y triunfal rodeando a un sonriente Andrés Manuel el victorioso ¡Ya cayo! ¡La reforma ya cayó!

 

 

¿Pero es cierto que “cayó”?

 

Al respecto, en las bases magisteriales hay debate y dudas sobre lo planteado por el gobierno a la Comisión que acudió a Palacio Nacional. Además de estar alerta para resolver urgencias como la reinstalación de cesados, el pago de salarios y otras como la libertad inmediata de los presos del movimiento magisterial y popular.

 

Al respecto presentamos el comentario escrito por el Dr. en Pedagogía Critica Lev Moujahid Velázquez Barriga: La lucha magisterial tras la reunión y acuerdos de la CNTE con AMLO.

 

Yo creo que la reunión de ayer (lunes 27 de mayo 2019) tiene mensajes encontrados y complicados para el magisterio, porque unas consignas dicen que la reforma ya se abrogó, la reforma ya cayó. ¡Esto no es cierto!

 

La reforma de la 4T es una matriz impuesta por la OCDE y organismos internacionales, es una continuidad y profundiza la reforma de Peña Nieto, que golpea los salarios y derechos de los maestros; refuerza evaluaciones estandarizadas como mecanismos de privatización para sujetar el modelo educativo a sistemas de medición en los que no tengan creatividad, en que no se tengan libertad.

 

La propuesta pedagógica de la nueva reforma es para fortalecer habilidades empresariales flexibles, no conocimientos, para adaptar a las nuevas generaciones a la flexibilidad de explotación laboral para moverlos a distintos trabajos.

 

¿Cómo asegurar que la Comisión Única, no la haga únicamente de coro?

 

No obstante, lo logrado es resultado de la resistencia y la movilización de las bases magisteriales y de algunas comunidades. Desmovilizarse traería un retraso de la lucha nacional del magisterio. Ojalá se construya desde abajo y en la lucha un modelo y una práctica educativa y sindical antisistémicas.