X PP /José Uriel Aréchiga Viramontes 1936- 2017

 

Así hasta que los condenados de la tierra, los esclavos, se pongan de pie y rompan el ciclo (del capital) que mata más que un ataque a las torres gemelas...”

 

El capitalismo depredador

 

Todos y cada uno de los capitalistas utilizan, abusan, de la ciencia y la tecnología sin fijarse en las consecuencias. Pareciera que en la intención de dominar a la naturaleza y hacer de la naturaleza en sí, una naturaleza para la humanidad, se quisiera cristalizar la visión cartesiana del «hombre como amo y señor de la naturaleza» idea implícita en el concepto de «progreso».”

El Capital en su versión más actual de capitalismo global se ha apoderado de los últimos rincones del globo y ha penetrado profundamente en las circunvoluciones más recónditas de los cerebros (¿?) de los gobernantes encargados de ejercer el poder en su nombre,”

La cuestión es: esclavizados al consumo capitalista y a la producción de la ganancia. ¿los seres humanos serán incapaces de romper sus cadenas y proponer otras formas de consumo, de producción y de relaciones sociales sin explotación de unos por otro y en armonía con la naturaleza? Ante la inminencia de la catástrofe hay que ponerse las pilas.”

Los gobernantes, al servicio del capital, saben que el ecosistema se agota, y el agotamiento se acentúa porque la ganancia, producto de la explotación de la fuerza humana de trabajo, crece por el aumento en el consumo y este crece si se fomenta el desperdicio. Y, ya se ha visto, ninguno de los dirigentes del capitalismo global está dispuesto, no digamos a suprimir la ganancia, ni siquiera a reducirla. Viven para fomentar la explotación humana.

Y este sistema de producción, basado en la explotación del hombre por el hombre, se encuentra en la raíz de la catástrofe que amenaza a la humanidad, no a la tierra.”

 

Los jóvenes

 

Si todas las puertas se cierran, la única salida para no caer en las garras de la delincuencia es la lucha: Los jóvenes construirán con su imaginación y sus brazos la esperanza.”

Pero la crisis no desemboca necesariamente en la revolución. Es posible que los medios, los partidos, la enajenación y la represión logren remendar lo dañado, para que nada cambie. Pero si la raza no se organiza, con el ejército en la calle, el golpe de estado y la dictadura, son una gran tentación, sobre todo ante los brotes espontáneos, dizque «para salvar a la patria».”

 

La corrosión de la consciencia

 

Ahora más que nunca se hace necesario reflexionar sobre el estado de cosas. La conciencia, tanto en los partidos como los sindicatos, ha sido depredada, destruida, convertida en servidumbre por el afán consumista. Los políticos se han convertido ellos mismos en mercancía que se vende para asegurar su propia capacidad de consumo. Otro tanto sucede con la «justicia» y los juzgadores, diputados, senadores, líderes sindicales, funcionarios de toda laya: todo se compra todo se vende. El mercado de fierros viejos y baratijas de Neza o el de la Milla se quedan cortos frente a la plaza en que se ofrecen, viles baratijas, la justicia, la política y muchos líderes sindicales.”

 

México es:

 

Capitalismo maquilador, paraíso del outsorcing y de los grandes monopolios, locales y extranjeros que son los que detentan el poder real, ante los cuales el gobierno en su conjunto se inclina servilmente.”

 

Los Bancos

 

Mientras el Banco cobra el interés, el descuento, la comisión y si se retrasa el pago, los intereses moratorios. Si en principio el Banco cobraba una parte de la plusvalía al prestar dinero para ser usado como capital, ahora, mediante el crédito al consumo, se lleva también una buena tajada del salario.”

 

Las mujeres trabajadoras

 

La sociedad capitalista, en lugar de premiar a las mujeres por ser las encargadas de perpetuar la especie, de garantizar la existencia de los futuros trabajadores, les impone un castigo: las explota doblemente, les paga menores salarios y las posterga frente a los trabajadores masculinos, a pesar de que en múltiples ocasiones la habilidad femenina es superior a la masculina, salvo quizás en lo que a la fuerza bruta se refiere.”

La liberación de los trabajadores como clase pasa por la emancipación total de la mujer, en una lucha que es no sólo de ella, sino de la pareja trabajadora y que comienza por la equidad doméstica.”

 

La lucha de clases

 

Hay que estar alertas, la lucha de clase es una guerra que no acabará hasta que el enemigo desaparezca. Sin embargo, la patronal no puede desaparecer a los trabajadores, porque se morirían de hambre. En cambio, los trabajadores, los que producen todo, no necesitan, para nada, a los patrones: Son absolutamente prescindibles.”

 

El Estado

 

El Estado ya no es más como lo señalaban los viejos maestros «el estado mayor» de la clase capitalista, encargado de velar por el interés general de la burguesía. Ahora simplemente es su sirviente: se concreta a seguir las órdenes que le dicta el verdadero estado mayor compuesto ahora por los monopolios de la televisión y las grandes empresas del capital financiero, los que detentan el poder en los hechos, los poderes de facto.”

 

*Citas tomadas del libro de Uriel Aréchga. Capital depredador y Rebelión, Edición de El Zenzontle, 2019.