Ante seguidores del nuevo gobierno mexicano y oportunistas críticos del campo empresarial y político neoliberal, estalló otra de las sorpresas del momento: la “austeridad republicana” predicada desde la presidencia muestra los daños creados a la población y alos trabajadores que atienden los institutos de salud pública, así como a los miles de trabajadores despedidos del sector gobierno y personas registradas en los programas sociales anteriores y actuales. Los señalamientos acusaron al secretario de Hacienda y a funcionarios de esa dependencia. Las justificaciones del presidente de la república y de su equipo, y los cambios de en el IMSS, en la Semarnat, en Aduanas y otros cargos no evitaron el cuestionamiento de fondo ¿Austeridad a favor de quién?

Andrés Manuel López Obrador reitera que el fondo de los males del país es la corrupción. Su larga campaña electoral y sus proclamas como presidente incluyen advertencias y amenazas contra la mafia del poder y contra los corruptos, pero se ha ido atemperando ofreciendo borrón y cuenta nueva, sin dejar de acusar al pasado régimen, ofrecer perdones selectivos, y en adelante barrer, él dice que “desde arriba”, la corrupción en los aparatos de Estado y sus empresas. Ha atraído simpatías o reconocimientos por las acciones contra el huachicol, por sus denuncias a la prensa chayotera, por su compromiso personal de no condonar impuestos y la lucha contra la corrupción de administraciones anteriores en Pemex y en la compra de medicamentos.

 

Sin embargo, con el pretexto de enfrentar la corrupción, ha hecho correr una estrategia tan antigua y tan neoliberal como la austeridad presupuestal de los Estados que dictaron como línea de conducta el Banco Mundial, BM, el Fondo Monetario Internacional (FMI, y otros organismos del capitalismo global para ajustar las economías en beneficio del capital financiero y las inversiones transnacionales.

 

La austeridad capitalista neoliberal es una ideología que encubre que el gasto público en la mayoría de las economías capitalistas no se utiliza para satisfacer las necesidades de las personas mediante asistencia sanitaria, educación y pensiones. Gran parte se dedica a las necesidades de las grandes empresas: gasto de defensa y seguridad; subvenciones y créditos a las empresas; reducciones de impuestos empresariales (mientras que se aumentan los impuestos directos a los hogares); construcción de carreteras y mega infraestructura y otros subsidios a megaproyectos. Así que cuando se hace necesaria la ‘austeridad’, los recortes en el gasto público afectan a los servicios públicos (y los puestos de trabajo), las prestaciones sociales, etc. - ya que estos son “costos innecesarios’’ para el sector capitalista. Mantener un sector público pequeño y reducir la intervención gubernamental al mínimo es la ideología del capital que promueve un Estado “adelgazado”.

 

Pero esto tiene una razón económica: una estrategia para relanzar las ganancias de las grandes empresas. Veamos por ejemplo la visita del 28 de mayo de la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, quien marca sus coincidencias con AMLO y su política de austeridad.

 

En el mensaje a los legisladores, Lagarde subrayó que la corrupción y el crimen organizado no apoyan el crecimiento sustentable y son un problema toral, pero éstas “no son las únicas preocupaciones del crecimiento: la informalidad del mercado laboral no lleva al crecimiento (porque no paga impuestos y sale del circuito financiero) y generalmente daña a la mujer; la competencia ilegal (se refiere a la piratería y empresas que venden productos patentados por las empresas gigantes) no lleva a crecimiento y disminuye la productividad. El acceso inadecuado a aspectos financieros y a Internet de banda ancha, si no funcionan produce restricciones (que las compra y ventas sean por la vía bancaria).

 

México siempre ha sobresalido, en aspectos fundamentales, políticas e instituciones… y esto es una política fiscal prudente (no impuestos a las altas ganancias), solidez e independencia (pagar la deuda y sus intereses), asegurando que la inflación se mantenga baja (frente a altas tasas de interés qe engordan a los bancos).”

 

En décadas recientes hemos visto el crecimiento que sería necesario para poder luchar y ganarle a la pobreza y cómo todos estamos cien por ciento conscientes y, nosotros en el FMI, que la corrupción y el crimen organizado no apoyan al crecimiento sustentable.” Las cursivas de El Zenzontle.

 

Los recortes hacen que la austeridad favorezca las ganancias del gran capital y sus proyectos trasnacionales y financieros, y vaya en contra de las resistencias que frenen la acumulación capitalista. Coincidir sin obedecer al FMI, dice AMLO. “El cadáver del neoliberalismo” jode a los de siempre.