Cuando los que se creen dueños de la vida -aunque solo posean aparatos, armas y dinero- asimilan el  pensamiento impuesto por el sistema capitalista, logran que sus medios propaguen ss intereses como plagas de terror con las tecnologías que lo sustentan.

Es pura basura, mierda es lo que difunden por esos medios para atemorizara y recluir a los pueblos.

EL Coronavirus, CONAVID-19, trajo la afectación de un virus que es menos letal que el hambre, que las guerras y las violencias cotidianas, pero al no tener vacuna ni tratamiento preciso y un sistema sanitario desmantelado por el afán de ganancias y la austeridad neoliberal, será gradual su difusión y difícil para los pobres.

Es una pandemia también que más temprano que tarde desenmascara la crisis social y sanitaria que produjo el capitalismo y que el imperio utiliza para legitimar su intervención, su ambición de ganancias para manejar su crisis  y los pataleos feroces de agonía de sus Estados y organismos imperiales.

Los billonarios dólares que ahora se ofrecen desde los bancos globales para inyectar deuda a los países que el neoliberalismo devastó, serán cobrados a su tiempo por los sicarios económicos y militaristas de ese capital, tan pronto los países no puedan pagarlas o los pueblos se levanten y rechacen los paquetazos de despojos a los territorios y derechos, como ya lo han hecho ecuatorianos, chilenos, colombianos y millones de mujeres y ahora de trabajadores indignados con la carga de esta plaga (Ver las huelgas de dignidad en Italia y otros rumbos de Europa).

Pero ya se van conociendo los ejemplos de cómo la sabiduría de los pueblos supera el miedo cuando pone cada comunidad en lucha, cada colectiva, cada organización independiente, cada militante, un ladrillo para la casa comunera, el ladrillo del apoyo mutuo, de la reciprocidad, de la solidaridad fraterna, del cuidarnos, defendernos y gobernarnos por nosotr@s mism@s.

El desafío es cuidarnos y actuar con la dignidad ejemplar de las mujeres en lucha, de los trabajadores que hacen huelgas de dignidad en las corporaciones que no les permiten cuarentena, de quienes en sus barrios persisten en asambleas y en trazar alternativas educativas, de salud y de autogobiernos. Ejemplo tenaz de los pueblos ancestrales que mantienen su raíz y vuelo propios, sencillos trabajando  por el bien común y con amor a la Tierra.

Miedo, individualismo, dependencia, violencias patriarcales, racistas y coloniales, sectarismos y corrupción, ilusión en los personeros del sistema y hasta autoengaños, esos y más son virus de los cuales nos debemos prevenir, para contenerlos y vencerlos con conciencia crítica, articulación fraterna de fuerzas y múltiples acciones creativas y decididas.

Ricardo Flores Magón recomendaba que para no ver al enemigo como gigante, dejemos de estar de rodillas. Es tiempo de levantarnos.