Subverso (Rap chileno)

El amor siempre ha sido la más peligrosa arma,

lo aprendí de las palabras de las cartas de Pablo Vergara.

Y de mi pueblo que hizo tambalear la dictadura

de chico vi la solidaridad en forma pura:

Ollas comunes, barricadas, huelgas de hambre,

Manos enlazadas y niños contra tanques,

Largas jornadas, juventudes milicianas

Todos en la misma hermano, compañeros, camaradas.

Pero se fue pinocho y todo se acabó

Muchos salieron de la pobreza, pero muchos no.

La Concerta no cumplió con lo que prometió

Y en el fondo a muchos la conciencia a muchas otra vez se les nubló.

Yo nunca creí en sus promesas de alegría

Porque vi cómo nos fueron transformando día tras día.

Imperialismo cultural en nuestras mentes,

Individualismo y sumisión en nuestra gente,

Y hay una situación clarita:

El gobierno es una pega de administración que los ricos licitan

Y si los pobres amenazan sus ganancias

Montan un montaje y mandan al perraje a la balanza.

Pero debajo de la pena y el olvido,

Debajo de la choreza, debajo de los vicios,

Debajo de las amarguras y del arribismo

Yo creo en ti y en la fuerza pa’ enfrentar a tu enemigo

CORO:

Hazte peligroso, hazte inteligente

Alumbra tu mente y ayuda a tu gente

Busca soluciones colectivamente

Nunca más te engrupas con los medios que te mienten

Hazte un rebelde con actitud humana

Haz que se refleje en cada cosa cotidiana

Levanta la voz frente a cualquier injusticia

Siembra más conciencia, piensa y organiza.

Estamos en una guerra que nosotros no empezamos

Odiamos la violencia, pero tampoco somos santos.

Si nos atacan los atacamos,

Pero hace falta que vengamos todos

Porque este mundo no lo cambiaremos

Sin todo nuestro amor y todo nuestro odio.

No hago esta canción pa’ que se sientan bien los convencidos,

Sino pa’ que salgan a servir a sus vecinos

Y sí, servir es el concepto que quise ocupar.

Toda acción que hagamos debe ser útil pa’ los demás.

De qué nos sirve repetir errores del pasado

Tratando al pueblo como si fuera ganado.

Muchos se cansaron, buscaron hacerla corta,

Pero el acelerado nunca ha preparado buenas tortas.

Y yo no niego ni las balas ni las bombas,

Solo quiero ver qué momento en el que más aportan

Pa que mis hermanos de clase no se sientan atacados,

Sino interpretados y envalentonados.

Hay que sembrar, trabajar como hormiga

Y aguantar esas sanas ganas de adelantar la cinta.

Hay que sacar de la tele a la vecina

y sacar la consigna de la realidad misma.

Ni vanguardista ni tampoco anti-partido

porque no nos sirve estar dispersos

por los siglos de los siglos.

Sin organización no somos nada,

si el pueblo no hace política, los políticos mandan.

Los ricos saben quién es su enemigo,

Aprenden de chicos cómo engañarnos

Por eso digo

Hay 2 tipos de personas en esta tierra:

Los que están luchando y los que ni saben que hay una guerra.

Si querís cambiar algo,

Tení que hacerte peligroso, realmente peligroso

Educador popular y luchador incorruptible

Esos son los guerreros que en este tiempo sirven

CORO:

Hazte peligroso, hazte inteligente

Alumbra tu mente y ayuda a tu gente

Busca soluciones colectivamente

Nunca más te engrupas con los medios que te mienten

Hazte un rebelde con actitud humana

Haz que se refleje en cada cosa cotidiana

Levanta la voz frente a cualquier injusticia

Siembra más conciencia, piensa y organiza

Estamos en una guerra de unos pocos contra todo un pueblo

Y odiamos la violencia pero tampoco vamos a someternos.

Si nos maltratan nos defendemos, pero hace falta que luchemos todos

Porque este ejercito de unos cantos pocos necesita crecer pa ser poderoso.

Hubert Matiúwàa*

 

Una persona de Tlacoapa vino a la plaza del pueblo en un día domingo, trajo en su morral 14 botellas de una agua negra. Ese día no vendió nada, volvió cada semana, hasta que una señora se animó a comprar la bebida. ‘Es muy rico y dulce’, dijo. Al escuchar, varias personas se acercaron al vendedor para ofrecerle maíz, frijol y duraznos a cambio de la bebida. Él dijo: ‘Con esta bebida no se puede intercambiar, tiene que ser con dinero, la casa en donde los compro no acepta otras cosas más que dinero’. Por la curiosidad, varias personas se juntaron de tres o de a cinco para juntar dinero y poder comprar la bebida, costaba cuatro rome que equivale a cuatro centavos.

Cuando lo probaron les gustó y por lo dulce lo llamaron iya maskoria (agua de la misericordia), porque era negro y dulce como debe ser el agua de los cielos. El señor que las vendía dijo: ‘Se llamaba Pepsi Cola’. Les gustó tanto, que eligieron a dos personas de la comunidad para ir a buscar el lugar donde la vendían, se fueron caminando hasta Colotlipa y Tlapa. Así empezaron a comprar esta agua, después, todos los domingos se vendía en la plaza y la gente lo consumía, lo usaban para pedir a las novias, se ofrecía a las visitas importantes, lo tomaban en las reuniones, en las fiestas y cuando iban a trabajar, para todo Pepsi Cola, hasta hubo niños que se les bautizo con ese nombre.”

Es la historia de muchas comunidades que fueron cambiando los valores de uso y valores de cambio ante el nuevo mercado global que se expandía en todos los rincones del mundo, cambió el pensamiento y la forma de vida implícita en la economía de cada pueblo.

Entre 1980 y 1990 empieza a extenderse la globalización en las comunidades de la Montaña de Guerrero. Recuerdan los abuelos que en los años hasta los años 60 las relaciones económicas eran distintas a las actuales.

La globalización es un fenómeno económico, cultural e ideológico que cobra auge en los años 70 en todo el mundo gracias al capitalismo. Se basa en reproducir, vender y comprar. La globalización pretende universalizar parámetros de identidad cultural para que la población, sin importar lengua, tradición, historia y cultura, se convierta en consumidora.

Con la llegada de la Pepsi Cola al mercado comunitario se da el desplazamiento de las relaciones económicas comunitarias y con ellas el saber de la autoproducción. El dinero pasa a ser el único medio para la adquisición de productos, que se vuelven objetos y mercancías. Surgen nuevas necesidades, como incorporarse al trabajo asalariado para la adquisición de los principales bienes. Llega la división del trabajo, concepción que no existía en la comunidad y que trajo consigo el reforzamiento del machismo comunitario.

Xuáá (Plaza), era el lugar de intercambio, (ná náxtíkuro’ò), no necesariamente un espacio fijo. Quien necesitaba hacer trueque, viajaba al pueblo donde elaboraban lo que necesitaba y ofrecía su producto, se intercambian maíz, semilla, frijol, animales, ollas, comales. El valor de cambio se definía en función de la necesidad de cada pueblo. Cuentan que hubo un tiempo en que se intercambiaron reses por tijeras, un marrano por un machete, un hacha por dos chivos, comales por frijol, café por ollas, sombreros por pulque.

Existía el dinero (mbukha), pero no como lo conocemos actualmente. La forma en que se pagaba el trabajo era por “cuartilla”, también conocido como meliu’. Era una caja de medición de tres a cuatro kilos de maíz, frijol o algún otro grano de necesidad básica en la región, tenía el mismo valor que el dinero. El intercambio es entre productos como entes dotados de conciencia e historicidad, y el valor que nosotros como personas les damos.

Lo que el mercado global llama “mercancías”, “cosas”, “objetos”, para nosotros son seres vivos, dotados de conciencia como cualquiera de nosotros, van al mercado y son conscientes del lugar que ocupan en la generación de la vida. Cuentan los abuelos que hubo un tiempo donde los seres que ahora son productos tuvieron palabra, su tiempo hizo posible el nuestro, les debemos la vida, por tanto, hay que tratarlos como iguales, no como mercancías, por eso a los elotes se les ofrenda, al pulque se le hace al ritual antes de venderlo y a la calabaza no se le puede golpear.

En los pueblos mè’phàà “Se recomienda no escarbar para extraer camote durante el día domingo porque se van al mercado, “Si alguien lo quiere hacer, se le recomienda que ponga cerca de la mata una bandeja con agua y una mano de metate adentro, a fin de que los camotes no se vayan a bañar al río.” .

*Fragmento del ensayo del poeta mè’phàà de la Montaña de Guerrero. (En NOSOTRXS LXS INDIXS en las altas montañas de Veracruz para la presentación del libro de Hugo Blanco Galdos, febrero de 2020, pdf.)

-Augusto Monterroso-

La Vaca, la Cabra y la paciente Oveja se asociaron un día con el León para gozar alguna vez de una vida tranquila, pues las depredaciones del monstruo (como lo llamaban a sus espaldas) las mantenían en una atmósfera de angustia y zozobra de la que difícilmente podían escapar como no fuera por las buenas. 

Con la conocida habilidad cinegética de los cuatro, cierta tarde cazaron un ágil Ciervo (cuya carne por supuesto repugnaba a la Vaca, a la Cabra y a la Oveja, acostumbradas como estaban a alimentarse con las hierbas que cogían) y de acuerdo con el convenio dividieron el vasto cuerpo en partes iguales.

Aquí, profiriendo al unísono toda clase de quejas y aduciendo su

indefensión y extrema debilidad, las tres se pusieron a vociferar

acaloradamente, confabuladas de antemano para quedarse también

con la parte del León, pues, como enseñaba la Hormiga, querían

guardar algo para los días duros del invierno.

Pero esta vez el León ni siquiera se tomó el trabajo de enumerar

las sabidas razones por las cuales el Ciervo le pertenecía a él solo, sino que se las comió allí mismo de una sentada, en medio de los largos gritos de ellas en que se escuchaban expresiones como contrato social, Constitución, derechos humanos y otras igualmente fuertes y decisivas

 

Adà

 

Nìguwá gí’yáà ènè xàbò tsí jùdá ajwàn’ ná xuajñùún

numuu rí nìgi’duu xkujndu

khamí nangwá ì’gúùn mùtsañuú gajmíí i’wìí xàbò,

tsetse ma’ nàwi’ñuú dxá’án tsú’kwè,

ikhiin tsí nà’phò xuwi ná ndawaá xuajñàn ló’,

ikhiin tsí nùrigú amaà’ ná ajwàn’ xkàradi,

ikhiin tsí nùkuxè jnàwùún khamí nònè ngínií ijíín gò’ò ná júbàá.

Xó ma’ ikhaa nìnìñuu xndú tsígun’ ná awùún rómbò

ná ikhoo idi rí jàgù tsíngína,

khamí nìnìñuu ìgì’ tsí mixtìín ná awùún xnú’ndoo mbro’on,

khamí nìnìñuú ná awùún ixè kafé

tsímbi ná nàxtráka mìnà’ rí tsíngína ló’.

Xó ma’ ná awùún ìtsuu nì’kà ràgajàà iya idùún

ijíín gò’ò Marutsíí tsí nimbáxuún gàjmìí,

ijíín gò’ò tsú’kwè nìndxá’wè ná nìtuxuù yujndà’ khamí ìtsí,

rí màxá’gá jí’yáà gònè xàbò.

Xàbò tsí judà ajwàn’ nìxùdaa xtá inuu,

khamí nìstrákèè mbá xkamídá rí mbijwà ná xpaphòò,

atsú tsákuun iduu àñà’ ná ñawúùn,

ikànjgó ikhaa nìgí’dúù nìgudiín xàbò

mí ni’gií rí tsíngína inuu ixè xaphoo xuajñúùn.

Numuu mbi’i rú’kwè, nakhi rí nìgàji’yaà

nuthèèn rí tsàá xàbò júbà ñajwàn xò’,

maján ènè xò’ ñajun rú’kwè mé’

numuu rú’kwè tsetse nàguwá xàbò

tsí nagòó ju’diín ijíín xuajen.

khamí nudii ga’khò ná ñawùún èjèn tsú’kwè.


 

 

 

 

 

El niño

 

Vinieron a buscarlo al pueblo

porque no había para donde darle

y atorarle con los contras,

se hacía costumbre ver a los zopilotes

carroñar en las mojoneras,

bajar los ayates de las redilas

y esculcar las enaguas, buscando carne.

Él dejó sus canicas en la cuarta del rombo,

en la raya con nubarrones de nostalgia,

dejó los peces multicolores

con los sueños de la noche

y dejó entre los cafetales

los columpios colgados donde se mece la miseria.

En sus huesos,

fue creciendo el llanto de sus amiguitas,

las niñas de Marutsíí,

que pedían oído al polvo y a las piedras

para que no se lo llevaran.

Lo encapucharon con escamas de la tarde

y le colgaron un cuerno de chivo,

tres rosarios del ojo de venado

y se dispuso a cazar hombres

y a sentar la muerte en su mesa.

Desde entonces,

dicen que los de la Montaña

somos buenos para eso

y no dejan de venir para llevarse a los niños

y sembrarles la muerte en las manos.

 

 

29 enero, 2020 CRONICÓN.NET

 

A medida que pasan los días se van conociendo detalles sobre cómo Washington y la derecha fascista de Bolivia, organizaron el golpe de Estado contra el gobierno legítimo del presidente Evo Morales Ayma.

La activista del feminismo radical boliviana y comunicadora María Galindo Neder en una columna que debía salir publicada en el periódico Pagina Siete de La Paz, el miércoles 29 de enero, fue censurada por revelar algunos móviles que antecedieron al golpe de Estado.

A lo largo de su texto la columnista devela los hechos que rodearon el golpe contra Morales, ese medio prefirió no publicar la nota de la activista social que es colaboradora del mismo desde su fundación y quien ha sido reconocida como una de las líderes de opinión más leídas de este periódico.

Galindo Neder es una activista boliviana, militante del feminismo radical, psicóloga y comunicadora, cofundadora del colectivo Mujeres Creando en 1992, el cual sigue liderando. Ahora codirige Radio Deseo, con alcance en la La Paz y el Alto.

A continuación el texto completo que fue censurado:

Janine no cayó del cielo para salvar la democracia boliviana

POR MARÍA GALINDO /

Fue en una reunión en la universidad católica que una vez más se mancha de sangre y vergüenza donde se reunieron: el embajador de Brasil como representante de los intereses norteamericanos y de Bolsonaro, Jorge ‘Tuto’ Quiroga como representante de la CIA; Fernando Camacho como cabeza del fascismo y como dueño del proceso de derrocamiento de Evo Morales; no estoy segura pero parece ser que Carlos Mesa también estuvo allí metiendo la pata, Waldo Albarracín (rector de la Universidad Mayor de San Andrés) y seguramente alguno más pisoteando toda institucionalidad, con la bendición de la cúpula de la Iglesia Católica, decidiendo a puerta cerrada quien debía suceder a Evo Morales.

Necesitaban alguien funcional a todos, dispuesto a matar gente por si hubiera alguna revuelta, dispuesto a asumir el cargo con los militares en las calles, alguien que se dejara imponer gabinete de asesinos y asaltantes, necesitaban una persona manejable que funcione como trapo de piso con cuyo nombre limpiar el golpe de estado. Es ahí que suena el nombre de Janine Añez; una senadora periférica de la derecha, que jamás había jugado papel alguno que no sea defender a sus jefes, hacer declaraciones racistas y obedecer. Tuto Quiroga la llama, le manda un avión y Añez acepta siempre y cuando se le pague entre doscientos a trecientos mil dólares por el riesgo de vida que suponía asumir el cargo.

Se le paga, se le imponen los ministros y el machito de Camacho entra con ella al Palacio, llevando la Biblia en alto que se utiliza una vez más en la historia como instrumento de legitimación y manipulación al mismo tiempo.

Janine empieza a “gobernar” con los ojos vendados, cuando se da la reunión con los movimientos sociales para “pacificar” el país es el ministro de la Presidencia Jerjes Justiniano, quien conduce esa reunión mientras Janine exhausta se retira a dormir, el ministro anuncia que la presidenta desmilitarizara el país y firmara la ley de garantías que hoy se niega a promulgar porque en aquel momento gobernaba Justiniano y ella obedecía.

Ahora que ha decidido candidatear y capitalizar para sí misma el gobierno de transición, la falsa pacificación y la convocatoria a elecciones; Tuto Quiroga, Camacho, CONADE y Mesa le recuerdan el contrato no verbal de sumisión que firmó con la mirada el momento de asumir la presidencia. Mesa dice que el disimulo del golpe quedara destapado, Tuto sufre porque ha sido él el utilizado y no al revés, CONADE habla de ética cuando el pacto con Janine fue anti ético y por fuera de las instituciones democráticas. Lo que se decidió entre las paredes de la Universidad Católica debió decidirse como cuando escapó Gonzalo Sánchez de Lozada, entre las paredes del parlamento, lo demás es golpe de estado porque ninguno de los patriarcas allí presentes tenia legitimidad, ni mandato alguno para decidir la sucesión que en el país correspondía y porque lo hicieron de espaldas a la gente y en secreto cuasi delincuencialmente.

Es por eso importante conocer el contexto de la renuncia de Adriana Salvatierra; ¿por qué realmente renunció?, ¿por qué no asumió ella la presidencia con el compromiso de llamar a elecciones y nombrar nuevo tribunal electoral? ¿Por qué no se recibió en el Senado la renuncia de Adriana y se nombró allí nueva directiva para definir quien asumiría como presidenta del senado la presidencia interina?

Janine, hoy al candidatear está siendo desleal con sus empleadores que le pusieron en bandeja la presidencia subestimándola. Sabe que se las debe, pero al mismo tiempo sabe que la usaron para el trabajo sucio, por lo que se siente en el derecho de utilizar a su favor y a favor de su clan lo conseguido. Sabe que nadie romperá el silencio porque todos necesitan esconder la mano.

Creen tenernos engañados porque nos han desinformado y porque resulta imposible saber qué cosa realmente ha pasado en Bolivia entre bambalinas. El MAS tampoco es una víctima triste y perseguida por el imperialismo, Adriana le debe una explicación al país y Evo, Álvaro y los ministros que salieron huyendo también.

La candidatura de Jeanine le suma al proceso mediocridad que ya hay en abundancia, pero sirve como prueba de lo que ya sabíamos: “todo lo que dije e hice es mentira y todo lo que diré y haré también”.

Hubo

una vez un animal que

quiso discutir con

Sansón a las patadas.

No se imaginan cómo

le fue. Pero ya ven

cómo le fue después a

Sansón con Dalila

aliada a los filisteos.

Si quieres triunfar

contra Sansón, únete

a los filisteo.

Si quieres triunfar

sobre Dalila, únete

a los filisteos.

Únete siempre

a los filisteos.


 

Augusto Monterroso

 

Por poder entendemos en primer lugar un ejercicio de capacidades individuales y colectivas y, en segundo, una relación social de influencia. Si esa relación implica la represión de las capacidades de una de las partes de la relación, es decir, que la influencia adopte la forma de una imposición contra la que las otras partes no se pueden resistir, la relación de poder es un ejercicio de dominación.

El poder colectivo es un ejercicio de derechos y capacidades de decisión, de acceso al conocimiento y de discusión. Poder etimológicamente significa potencialidad, es decir, potencial para poner en acto esas capacidades, hacerlas reales.

Las relaciones de poder implican relaciones de fuerzas, de influencia y estratégicas para hacer efectivos los derechos y las capacidades y potencialidades que los miembros de la organización se reconocen mutuamente y que materialmente poseen. Los conflictos entre fuerzas, estrategias, objetivos, argumentaciones y visiones de la realidad son constantes en todo ejercicio del poder, ya que implican la existencia del ejercicio de algún tipo de resistencias. Esos conflictos, sin embargo, pueden manifestarse en relaciones de dominación o en otro tipo de relaciones dialécticas creativas.

Si entendemos el poder en su vertiente próxima a lo que llamamos dominación, podemos señalar cuatro situaciones comunicativas que constituyen un repertorio de «estrategias comunicativas de poder», entendiendo por poder la mayor probabilidad de que se produzcan efectos de dominación con ciertos modelos comunicativos:

La violencia simbólica. Puede definirse como aquel proceso comunicativo donde alguien con autoridad logra imponer significados e imponerlos como legítimos, ocultando las relaciones de fuerza que permiten esa imposición. Por ejemplo, cuando se usa el modo colectivo (nosotros, todos, esta cooperativa, etc.) para imponer las ideas particulares de una persona; cuando se define la realidad ocultando temas relevantes, seleccionando de un modo arbitrario la información procedente, por ejemplo, de un acontecimiento exterior que sólo llegó a unas pocas personas; cuando se estigmatiza y estereotipa a individuos y sus caracteres (como estrategia de desvalorizar sus ideas, por ejemplo, diciendo «las nenas»); cuando se dirigen burlas, insultos, desvalorizaciones, acusaciones y agresiones simbólicas; o cuando no se permite hablar o conversar a otras personas mediante interrupciones, cortes, ruídos o prohibiciones.

Los argumentos de autoridad. Son aquellas afirmaciones que surgen en un proceso de argumentación, discusión y persuasión, con la característica de reforzar la autoridad de quien habla por medio de referirla a una autoridad superior pero indiscutible, de la que emana el valor de la primera. Este tipo de dominación comunicativa es frecuente con el uso de referencias y apoyos en la ciencia, en la ley, en la costumbre o en cualquier afirmación que se presente como indiscutible y dogmática («estoy totalmente seguro...»). Otro ejercicio de autoridad por medio de expresiones comunicativas es la insistencia en tener la última palabra.

Contradicciones y paradojas. Las contradicciones pueden revelar estrategias de adaptación a cualquier situación adversa (afirmando una cosa primero y la contraria después, con la misma intensidad y sin rubor ni mención del cambio) o ser síntomas de la capacidad de imponer una opinión a pesar de la inconsistencia de la argumentación. Un caso de contradicciones lo constituyen las paradojas, entre las cuales son las de tipo pragmático aquellas que más se usan para colocar a las personas subordinadas ante alternativas en las que siempre pierden. Las paradojas sintácticas son aquellas con las que se afirma que todos los que no pertenecen a un grupo, pertenecen a otro, aunque este último incluya a individuos muy diferentes entre sí. Las paradojas semánticas son las del tipo del mentiroso que dice «yo miento» (o, por ejemplo, «todo esto que digo no tiene sentido, no me hagáis caso»). Las paradojas pragmáticas son las más violentas: «sé espontáneo», «te ordeno que no me obedezas», «debes actuar por ti misma», «si hablas no hay quien te aguante y si no hablas no sé lo que piensas», etc.

El silencio y la comunicación no verbal. La incomunicación puede tanto mantener situaciones de dominación como crearlas, según en qué momentos y cómo sea manejada. El secreto, guardarse información y monopolizarla, son las formas genéricas que se pueden producir estratégicamente en la organización (en base a objetivos de beneficio privado). Los sobreentendidos y los malentendidos constituyen otro tipo de «silencios» que pueden comunicar las relaciones de dominación implícitas. Por su parte, las posiciones espaciales, sobre todo ante las mesas de reuniones o asambleas («presidiendo»), pueden también comunicar valores añadidos a la información de quien adopta esas posiciones dirigistas o privilegiadas (visibles y desde las que se puede ver), facilitando su probabilidad de ser impuesta por encima de otras. El uso del cuerpo, los gestos y la vestimenta también pueden ser controlados en vistas a reforzar expresivamente las argumentaciones enfrentadas (con puñetazos en la mesa, por ejemplo).

*Fragmento de Asambleas y reuniones. Autor: Ana Rosa Lorenzo Vila y Miguel Martínez López. Traficantes de sueños, Madrid, 2005.