Es muy importante que el virus, el miedo o pánico no logren romper con nuestras redes de apoyo mutuo y solidaridad es más este es un momento clave para fortalecer nuestras formas de ayudarnos ya que las medidas institucionales y oficiales son completamente inadecuadas para contener la enfermedad y en particular apoyar a los sectores más vulnerables de la población. Si permitimos que el virus nos haga abandonarnos entre nosotros, los impactos en la gente más vulnerable serán aún más devastadores.

Recordar que esto NO SÓLO es un asunto “médico” sino que altamente político y social hay gente que ya perdió o perderá su empleo, que no podrá dejar de trabajar, que se enfermará por el tipo de trabajo que tiene, que quizás no tiene la misma facilidad que tú tienes para salir a comprar insumos, alimentos y medicamentos. Hay que pensar siempre en qué condiciones limitarán a personas sin techo, sin lugar fijo para vivir, sin ciudadanía, sin servicios de salud, que no hablan español que es el idioma en el cual se está manejando toda la información de canales oficiales, etc. Hay muchas formas de apoyarse en redes de apoyo siempre y cuando se trate de evitar traslados múltiples, entrar en contacto con múltiples personas, involucrarse si uno está a alto riesgo o ya tiene síntomas, etc.

Algunas de las medidas y actividades que han venido recomendando en otros lugares e incluso en países donde hay altos números de casos son:

Mantenerse en comunicación con las personas en nuestra comunidad y saber quiénes tienen necesidades de salud particulares, antecedentes de mayor riesgo, dificultad para conseguir alimento, cocinar, comprar medicamento, insumos para higiene, etc y así poder en una red decidir cómo mejor apoyarlos, cómo dejar insumos o alimentos sin entrar en contacto repetitivo, etc.

Contarnos: saber cuántas personas tenemos en nuestra red de apoyo y dividirnos para formar “núcleos” de apoyo de ante mano. Saber quiénes vivimos cerca, quiénes tienen acceso a un vehículo, quién va a estar al pendiente de quién en caso de que se enferme o no pueda salir, etc. Es siempre mejor organizarnos antes del momento de la urgencia para evitar descuidos y acciones desesperadas.

Ayudar de forma local para evitar traslados grandes o complicados (en la vecindad por ejemplo)

Ayudar a un grupo pequeño de personas, pero de forma regular. Por ejemplo, si ayudarás a cuidar a niñxs que sea para la misma familia siempre, etc. De nuevo formar núcleos.

No salir a juntarse con más gente, sólo con la gente a la cual se va a estar apoyando directamente.

Hacer información concreta y útil disponible a otras personas quienes no tienen esa facilidad.

Aprender formas de mantenerse sanas y sanos, tratamientos alternativos para fiebre, dolor muscular, tos, tomar signos vitales y reconocer signos o síntomas de gravedad y compartir el conocimiento con otras personas. Producir medicina natural para los síntomas comunes por ejemplo, compartir conocimiento acerca de cuestiones de alimentos que mejoran el estado inmunitario, etc.

Quienes tienen conocimiento de cuidados de salud formar redes virtuales para responder dudas y consultas sencillas de forma virtual y así evitar que mucha gente tenga que acudir a consulta de forma presencial.

Si emplean a un/a trabajador/a en su casa y por motivo de la cuarentena no van a querer que acudan a su casa, pagarles su salario de todas formas ya que de eso depende que esa persona y su familia pueda evitar ser más afectados.

Seguir apoyando a los negocios pequeños, vendedores en nuestros barrios, nuestras colonias de la forma que se pueda a pesar de la cuarentena. Ejemplo: comprar comida y llevarla a casa.

Juntar dinero entre quienes mantendrán un trabajo fijo y pagado durante este tiempo para apoyar a quienes tienen trabajo informal o no tendrán trabajo para disminuir el peso económico, social, mental, emocional, etc.

Ser conscientes de nuestras actitudes hacia las y los demás y no asumir actitudes de criminalización y desprecio hacia quienes no tienen las mismas posibilidades de “cuidarse”, lavarse las manos, sus espacios, dejar de trabajar, dejar de usar transporte público, etc. Recordar que este es un problema sistémico que si está volviéndose tan grave, refleja que ha habido un desmantelamiento de los servicios de salud y los servicios sociales en general durante décadas así como políticas que han hecho más vulnerable a la población en muchos sentidos. No debemos permitir que la violencia contra los sectores más vulnerables se agudice ahora desde nosotras y nosotros. Como han sugerido ya varias personas – se debe “aprovechar” esta crisis para fortalecer nuestras redes de apoyo y generar otras formas de hacer las cosas entre nosotras y nosotros.

Recordar los impactos posibles y probables en la salud mental y buscar formas, aunque sea

con distancia física, de defender también la alegría, la compasión, la escucha y así romper con

los sentimientos de miedo y aislamiento.

 

Fragmento de la Guía: Información Básica sobre la Infección por Coronavirus y cómo Cuidarnos de Forma Solidaria. Dra. Mandeep Dhillon (Urgencióloga e integrante de la Brigada de Salud Comunitaria 43).Dra. Eva Tovar Hirashima (Urgencióloga, directora médica de servicio prehospitalario de Cruz Roja en Tijuana, y colaboradora con el Albergue Tochan). Dra. Patricia González Zuniga (Médica y directora del Wound Clinic). Dr. José Raymundo Diaz Taboada (Médico e integrante del Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad).